Quedate Esta Noche 0.14

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Al notar todos que el padre de Lalo estaba parado justo enfrente de la iglesia, hizo que sus hermanos y su madre se molestaran, excepto Lalo.

Valentina, Ángel y Reben, junto con su madre, fingieron no haberlo visto, y se pasaron de largo, pero por mi parte si obtuvo un saludo, y me acerque a él para hablar, no había podido agradecerle lo que había hecho por mí días antes.

Lalo también se acercó conmigo para saludar a su padre, al notarlo, sus hermanos no lo tomaron de la mejor manera.

—¿Cómo han estado hijos?—dijo su padre abrazando a Lalo.

—Bien papá, todo tranquilo—contestó Lalo con una sonrisa enorme, se notaba la alegría que tenía al ver a su padre.

—¿Y tu pequeño?—esa pregunta me había extrañado, hasta hace poco me dijo que era una basura y ahora me saludaba, no guardaría rencores, menos con el padre de mi novio, así que lo saludé educadamente.

—Muy bien señor, muchas gracias, y también gracias por lo del hospital y eso—

—No te preocupes hijo, no fue nada…—se notaba que el señor quería continuar hablando, pero un grito por parte de Ángel se había escuchado, haciendo que el padre de Lalo guardará silencio en seco.

—Chicos, vámonos, o se van a quedar con el señor—al ver que Ángel, su propio hijo, lo había rechazado, después de eso se le cristalizaron los ojos al padre de Lalo.

Inmediatamente Lalo lo había notado, y como ya lo conocía sabía que no se iba a quedar callado, o mínimo haría algo al respecto—Me voy a quedar con mi padre—dijo resaltando las dos últimas palabras, al instante el padre de Lalo sonrió de una manera muy tierna.

—Cómo quieras, nos vemos—así fue como Ángel se dio la vuelta enojado y se encaminó con su madre y sus hermanos.

—¿Los llevó? Recuerden que también estoy invitado—dijo el padre de Lalo sacando un boleto de su saco.

—Claro papá, oye Eddy, ¿traes tu boleto?—

—Sep, si lo traigo, creo—empecé a buscar mi boleto en mi saco, hasta que lo encontré y lo saqué de este para confirmar que sí lo traía conmigo.

—Perfecto, suban al auto, que hoy hay fiesta—Lalo subió al coche riendo en la parte del copiloto y yo en la parte de atrás.

El viaje fue un poco alegre, no tan incómodo como imagine, Lalo se veía muy alegre, y si él estaba feliz, yo estaba feliz.

Se había notado que el señor se había informado sobre las parejas homosexuales, y creo que se informó de más, ya que llegó un punto donde nos hizo la pregunta “¿Y quién es el activo y quien es el pasivo?” de inmediato me puse nervioso, y Lalo comenzó a reír.

Se nota que el padre de Lalo quería cambiar, y estaba haciéndolo excelente, por que por mi parte, ya era una persona nueva, ese hombre que quería mostrarse como una persona imponente, y dura, ahora era una persona alegre y hasta cierto punto, pude ver que sensible.

Al llegar al salón, sacamos nuestros boletos para que nos permitieran la entrada, y sin ningún problema pudiéramos entrar.

Así lo hicimos los tres, al llegar me di cuenta que esta no era una boda como las conocía. Ya me había hecho la idea de que iba a ser una boda, bastante elegante, pero no a un punto donde todo esté hecho de cristal, junto con los arreglos florales, solo que estos estaban pintados.

Era una boda muy bonita, no había mesas, era un banquete, cosa que Lalo no me lo había comentado, yo quería sentarme, pero no podía, y ni hablar de la comida, al principio pensé que no había presupuesto para la comida, pero después me explicó Lalo que haci lo hacía su familia.

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