Quedate Esta Noche 0.22

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Había pasado una semana desde la muerte de Gloria, el funeral fue algo, como decirlo, ¿hipócrita?, ahora mismo todo el mundo la amaba, ahora todas sus virtudes las alababan, hasta su hijo desaparecido, regresó con su padre, y decían que la amaban, cuando jamás estuvieron para ella.

Me daba rabia escuchar como ahora era la persona más importante, era muy hipócrita, y no era el único que pensaba eso, ya que Eddy también lo pensaba.

Al final la terminaron enterrando dos días después, ya que estaban esperando a que si hijo y su "esposo" aparecieran, al final sí aparecieron, pero pareció que llegaron más por compromiso que por ver a su familiar.

Lamentablemente así es cuando uno muere, pero bueno, no podemos hacer nada, al final me sentí bien conmigo mismo, ya que le agradecí todo lo que hizo por nosotros, en un año nos apoyó más que nadie.

Las cosas se habían vuelto un poco más raras, Eddy se volvió más abierto, platicaba más, me contaba todo, y aparte se volvió más romántico, ese semblante serio se desvaneció, y aún no entiendo por qué.

Estaba sumergido en mis pensamientos, acostado en la gran cama que teníamos en la cabaña, Eddy estaba checando algunos papeles para inscribirse en la preparatoria de nuevo, y Luna le estaba haciendo compañía.

Tocaron la puerta tranquilamente, no me quería parar, de hecho me hice el dormido para que Eddy se levantará y abriera el.

—Lalo, podrías abrir la puerta, ahora yo no puedo—me levante y mire a Eddy con un poco de enojo, me levanté de mala gana y me acerque a la puerta.

—Hola muy buenas tardes, buscamos al joven Gonzalo, ¿se encontrará aquí?—mire a los policías que estaban en mi entrada, me empecé a poner nervioso.

—Así es, soy yo, para que me necesitaban—salí de la cabaña y cerré la puerta detrás de mí.

—Al parecer, la casa junto a la cabaña quedaron a nombre de "Diego" el hijo de la señora Gloria, y está pidiendo que desalojan la cabaña, ya que la va a ocupar—¿estaba hablando en serio?

—¿Disculpe? Me podría explicar con más detalle—el policía agachó la cabeza y me dio un papel.

—Tienen dos días—se despidió y se fue.

Empecé a leer la carta que me dio y tenía razón, todo quedó a nombre de su hijo, y al parecer la cabaña también, estaba muy molesto, pero lamentablemente no podía hacer nada.

Entre a la cabaña, por el momento no le quería comentar nada Eddy, sabía perfectamente que empezaría a preocuparse y a querer trabajar de nuevo, no dura ni una semana en un trabajo por que empieza a sentirse mal.

Me senté de nuevo en la cama y saque mi celular, para buscar algún departamento en renta y con un precio accesible, encontré uno más rápido de lo que pensé.

—Eddy, tengo que decirte algo—ya tenía un lugar, el dinero, solo era mudarnos, la verdad, ¿que mal podría pasar si le cuento?.

—Sí dime—no despegó la vista de los papeles que tenía alrededor de él.

—Tenemos que mudarnos—al decir eso Eddy levantó la mirada y me miró confuso—todo quedó a nombre de él hijo de la señora Gloria, al parecer está pidiendo que desalojemos el lugar, ya encontré un departamento en la ciudad, solo que no tiene muebles, pero, Diego nos permitió sacar los muebles de aquí, quiera la cabaña vacía, y el departamento no está mal—quería convencer a Eddy de que no era una decisión tan mala.

—Esta bien, si ya checaste todo, no hay problema alguno, solo el pedo sería, ver cómo vamos a llevar los muebles—

—Eso es lo de menos, ¿quieres ir a ver el lugar ahora? Por que solo tenemos dos días para desalojar—

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