Quedate Esta Noche 0.19

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—Oye chico, ¿y vas a salir así con tu novio, todo empapado?—voltee a ver a Eddy que seguí totalmente dormido, me dijo el doctor que le haría bien pero si seguía mojado, el asunto iba a empeorar. 

—No, le pedí de favor a la señora que no está esperando que si podía traer un poco de ropa—quería seguir hablando, pero el doctor me detuvo. 

—Hazla pasar, si sacas a ese niño de aquí, en ese estado, las cosas van a empeorar—me detuve a procesarlo y tenía razón, ya era noche, el frío podría enfermar más a Eddy, y es lo que menos quería ahora. 

—Okey, ahora le hablo—el doctor salió de la habitación, yo aproveche para marcarle a la señora Gloria para que pasara, y así lo hizo. 

No tardó mucho, al llegar a donde estábamos, me extendió una bolsa, saque la ropa y una pequeña cobija que venía en esta, pero algo me detuvo, todo era nuevo. 

—Gloria…—quería preguntar el por qué, pero no me dejó hablar. 

—No preguntes, solo ponelo a Eddy, ya después hablamos—me guiño un ojo y se dirijo a la puerta de la habitación—Los espero afuera—así fue como la señora Gloria salió definitivamente de la habitación. 

Desperté a Eddy y este de mala gana se levantó, lo ayude a cambiarse y a secarlo, la pijama que había comprado la señora Gloria, era grande, no era de la talla de Eddy, se veía realmente adorable, como esa pijama le quedaba grande y al mismo tiempo se tallaba sus ojos. 

Estábamos a punto de salir cuando el doctor regresó, traía muchos papeles en sus manos, se sentó de nuevo en su acento y comenzó a hablar. 

—Antes de que se vayan, tengo que decirles que los medicamentos no los tenemos, tendrán que esperar máximo una semana, para que puedan traerlos—¿una semana? Y durante esa semana, ¿cómo vamos a tratar la enfermedad?. 

—¿Y de mínimo?—conteste serio, estaba molesto pero tenía que mantener la calma. 

—Tres días—comencé a respirar y pensar las cosas con más tranquilidad. 

—¿Que se supone que haga durante esos tres días?, ¿qué se supone que le dé a mi novio para controlar la enfermedad?—Eddy se volvió a sentar en aquel lugar donde estaba dormido, y yo me empecé a acercar al escritorio del doctor amenazante. 

—Se que estas molesto, pero no puedo hacer nada, te recomiendo que dejes a tu novio descansar, ya sabes, que este en cama, que no haga esfuerzos, y que no esté bajo estrés, ya que eso lo puede complicar aún más, te daré unas recomendaciones, pero es todo lo que puedo hacer por ahora—el doctor se levantó de su asiento, tomó una tarjeta y comenzó a escribir en ella—te voy a dar mi número de celular, cualquier duda que tengas, no dudes en preguntarme, no importa la hora, de ahora en adelante, voy a ser el doctor de Eduardo—me entregó una tarjeta con un numero de celular escrito en el. 

—¿Cual es su nombre?—alse la mirada para cruzarla con el doctor. 

—Soy Pardo, que mal educado, no lo había mencionado, una disculpa—comencé a reír y Pardo me siguió. 

—No se preocupe, entonces, este es su número, ¿verdad?—

—Así es, también te avisaré cuando lleguen los medicamentos, para que vengas por ellos—

—Okey, muchas gracias—me despedí del doctor, tomé a Eddy, y salí del hospital. 

Afuera estaba la señora Gloria jugando con Luna, al vernos, Luna rápidamente corrió hacia mí, si no hubiera sido por la señora Gloria que la detuvo, nos hubiera tirado a mí y a Eddy. 

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