Quedate Esta Noche 0.1

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Gonzalo.

Después de varios días, pensando las cosas, ya que, se acercaba mi “aniversario” no un año, aún no, apenas eran siete meses, siete meses en los que Lalo y yo ya hemos vivido muchas cosas juntos, con el tema de mi adicción bueno, no fue fácil, pero no imposible, ya estoy mucho mejor, desde que vino a visitarnos mi hermana, me e puesto a pensar, que, en algún momento Lalo se puede cansar de mi y dejarme, aunque el me dice que nunca pasará, aún así la inseguridad está, aunque no por eso, pienso cagarla con el.

—Gonzalo—un grito desde afuera de la cabaña llamó mi atención, era Lalo, entró corriendo hacia mí, hasta la cama donde me encontraba sentado analizando las cosas—ya llegó la señora Gloria de su viaje—

Me sorprendí al escuchar eso, después de casi un mes la señora Gloria ya estaba de regreso, me levanté de la cama, para ir a su casa a recibirla. Pensé que era otra persona, ya que llego un carro muy lujoso, color negro, de el bajo una señora con un abrigo largo, de color piel, con manchas negras, muy bonito la verdad, cuando se dio vuelta aquella mujer me sorprendí al ver que era la señora Gloria.

—Mis amores, he regresado—dijo la señora Gloria acercándose hacia nosotros con los brazos extendidos, para abrazarnos.

Lalo corrió a abrazarla, ellos han tenido muy buena conexión, por mi parte también, le he agarrado mucho cariño a la señora Gloria, pero no como Lalo, después de abrazar a Lalo, me abrazo a mi.

—Necesito hablar contigo Gonzalo, pero después, ya me enteré de las cosas que estuviste haciendo, así que necesito hablar contigo pero más tarde, ahora no—después se separó del abrazo y se dirijo a hablar con Lalo, ahora me sentía como un niño regañado, sabía que algo malo iba a pasar, espero que no como me lo estoy imaginando.

[...]

Después de que la señora Gloria había llegado, de su viaje, a Lalo y a mí, nos adentro a su casa, pocas veces entrábamos a ese lugar, más que nada porque casi siempre la señora Gloria iba a nuestra casa, así que no había necesidad de irla a ver hasta su casa.

Yo estaba muy nervioso, sabía que en cualquier momento la señora Gloria iba a hablarme para platicar sobre la situación que pasamos anteriormente.

La señora Gloria nos invitó a comer, nos quedamos en su casa por un tiempo, nos estuvo platicando de su viaje, todo iba bien, pensé que se le había olvidado aquel tema que dejamos pendiente.

—Y ¿como estuvieron en mi ausencia chicos?—dijo la señora Gloria enfrente de nosotros, ya que ella estaba sentada del otro lado de la mesa.

—Bien Gloria—contestó Lalo demasiado tranquilo, yo estaba muerto de nervios y más que eso miedo, ¿por qué? No tengo idea.

—¿Y tú Gonzalo? Me imagino que también has estado bien, sano, ¿verdad?—dijo la señora Gloria con una sonrisa, pero yo sabía perfectamente a qué iba.

—Si Gloria, he estado bien—dije nervioso con la cabeza agachada, Lalo estaba muy tranquilo, este tipo de cosas Lalo es el mejor para disimular.

—Y ¿cuando me van a decir sobre el problema que tuvo Gonzalo?—En este punto Lalo casi se ahoga con el agua estaba bebiendo, al parecer él no sabía de nada.

—¿A qué te refieres Gloria?—ahora mismo note cómo Lalo estaba demasiado nervioso.

—Si, ¿cuánto tiempo más pensaban ocultarlo?—trague en seco, estaba muy nervioso, sabía el pensamiento que tenía la señora Gloria sobre el tema de las adicciones, ninguno de los dos hablamos, sólo nos quedamos callados, y la señora Gloria mantenía su mirada fija en ambos—¿porque no me habían dicho?—

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