Todo pasó demasiado rápido, de un momento a otro, se llevaron al señor Rogelio con demanda “violencia intrafamiliar” lamentablemente o afortunadamente, había cavado su propia tumba al actuar anteriormente así, ya que, tienen pruebas suficientes, para demostrar que el señor es agresivo en contra de su familia.
Todos los gritos, e insultos me habían sacado de mis casillas, estaba muy nervioso, y sentía un agujero en mi estómago horrible.
Tenía un dolor de cabeza, desde que me separe del abrazo con Rubén, que ahora en este momento no se encuentra, Rubén, Valentina y Lalo, se fueron a declarar, se quedó conmigo Ángel.
Estaba sentado en la sala y yo estaba en la cocina, apreciando el jardín desde la pequeña ventana que tenía su cocina, estaba aún en otro mundo, recordando todo lo que había pasado, pero me sacó de mis pensamientos Ángel al entrar a la cocina.
—¿Todo bien hermanito?—dejó un vaso de agua en la mesa, y lo arrastró hasta mi—anda, te hará bien—me dedico una sonrisa, pero yo se la devolví con una muy débil y fingida—¿te sientes bien? Dime la verdad—necesito ayuda, el mareo regresaba una y otra vez por períodos de tiempo corto.
—La verdad no, tengo mucho mareo, quiero vomitar—al escuchar eso, Ángel se acercó a mí y me cargo estilo princesa.
—No piense otra cosa, es mejor así, vamos al sillón—no dije nada, simplemente me limité a guardar silencio.
Al llegar al sillón me dejó sobre el más grande, nunca me había acostado en estos y ahora me doy cuenta que son muy cómodos.
—¿Quieres algo? Lo que sea solo pidelo—me sentía muy cómodo estando con Ángel, pero quería a Lalo ahora mismo.
—No gracias, estoy bien, repito, muchas gracias—le dedique una sonrisa, pero él me leyó la mente.
—Se que quieres a Gonzalo ahora ¿no?—se acercó al sillón y se puso en cuclillas, y quedamos cara a cara, me puse demasiado nervioso, pero a él no le importo.
—Se podría decir que si—desvíe mi mirada hacia el techo, pero sentí como me volvía a levantar y ahora él estaba sentado y yo recostado en sus piernas, me puse demasiado nervioso, y él lo noto.
—No pienses otra cosa, a mi los hombres no me van, a mis hermanos si, a los tres, pero a mi no, solo quiero hacer que te sientas mejor, ¿funciona?—
—¿Rubén es gay?—fue lo único que pude pensar, y olvidé responder su pregunta.
—No estoy seguro, pero estar viendo a un mesero sin despegarle la vista de encima, solo por que se le iso “cool” es algo closetero—empezó a reír e imite su acción.
—Quizás si sea gay—
—Quizás tu puedes descubrir eso, jamás había visto a Rubén llorar con alguien, siempre se esconde o ignora el sentimiento en ese momento, aunque hagamos lo que tu hiciste el jamás llora, pero contigo, fue como si se conocieran de toda la vida, y que fueras la persona más cercana a él, me sorprendió, ahora eres para Rubén muy importante, que apuesto lo que quieras que si algún día terminas con Gonzalo, el te va a buscar, no para ser tu pareja, si no para no perder contacto contigo—
—Eres la segunda persona que me lo dice—
—De seguro Valentina ya te lo había dicho ¿no?—
—Si, es cierto—
—Es que conocemos muy bien a Rubén—
Seguimos charlando, sin cambiar de posición, seguía acostado en sus piernas y él sentado en el sillón, no pude notar cuando los dos quedamos totalmente dormidos.
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Encontré mi Hogar
De TodoSi tuvieras que dejar todo por la persona que amas, ¿Lo harías? Yo si, lo di todo por él, se lo entregue todo, y lo ayudé en todo lo que pude, pero el día que me dijeron que ya no estaba más en este mundo, mi mundo se destruyó por completo, porque...