《Capítulo 71》

4.4K 296 52
                                    

BRENDA

CAPÍTULO 71

Por el tiempo que había estado en cama, ya mi cuerpo se encontraba incómodo. Tal parece aún el médico no me quería dar de alta, llevo apenas dos días hospitalizada así que aún quieren monitorearme. Mi madre había estado conmigo durante una noche, pero le pedí a mi padre que la llevara a la casa para que descansara, no quería que por mi culpa ella tuviera una recaída.

Mis hermanas también me visitaron. Lograron hacerme sonreír en cada oportunidad que tuvieron, eso alentó mucho a mi corazón. De hecho, Daniela me dijo que había hablado con el padre de su bebé y tal parece él sí quiere tenerlo, al parecer, ella no se dio cuenta de que ese chico en realidad se había enamorado de ella.

Después de decirme eso, aún no quiso decirme quién era. Creo que quiere seguir con el misterio hasta que hable con mis padres.

Alguien entró a mi habitación logrando captar mi atención, mis hombros se sintieron tensos al ver el rostro complaciente y determinado de aquella mujer poderosa y hermosa.

La señorita Chloe Reyes en persona...

-Vine para... -empezó a hablar caminando despacio por la habitación. -Felicitarte... digo, darte el pésame por... -insinuó una sonrisa llena de descaro. -Tu pérdida. Aunque quisiera felicitarte por tu show... fue fantástico, de verdad que hiciste un gran drama al enterarte de que perdiste ha aquel bastardo. -escupia veneno cada vez que movía su lengua afilada.

Mis manos se contrajeron en puños contra las sábanas de la cama, mi corazón comenzaba a latir con dolor en mi pecho y una lágrima amenazó con querer ser vista por ese ser tan despreciable.

No podía entender como alguien se negaba a tener compasión por los demás. Era algo nefasto y repugnante de escuchar.

-Le pediré que por favor se retire, señorita. -hablé conteniendo mis ganas de lanzarme sobre ella. -Y que por favor no vuelva a mencionar a mi hijo...

-¿Qué hijo?, por dios, simplemente fue un bastardo lo que perdiste y ya. -tomó la almohada que había traído Ignacio en la mañana que yacía sobre el sofá y me la arrojó en la cara con fuerza.

La intenté esquivar con mis manos pero la aguja en mi mano se movió e hizo que me quejara del dolor.

-¿Qué es lo que quiere? -contenía tanto el llanto pero mi voz se escuchó quebrada. -¡Ya déjeme en paz! -la miré impaciente y ella sólo elevó su mentón.

-¡Lo que quiero es que dejes a Ignacio! -exigió. -Alejate de él de una vez por todas. No querrás verme aún más enojada de lo que ya me encuentro. -se aproximó amenazante. -Piensa un poco estúpida mujer, no te mereces a Ignacio, él es alguien que se merece que tenga a la mujer ideal a su lado, alguien grande como él, y con mucho dinero como él... -frotó sus dedos en forma de dinero y ambición. -Y tú no tienes nada de eso.

-¿Y usted si? -espeté mirándola con desprecio.

-Hasta la pregunta sobra, alimaña descarada. -siguió insultábdome.

-Por favor, Ignacio sí se merece a alguien mejor. -declaré siendo honesta, cosa que a ella le pareció bien por su expresión. -Pero no alguien como usted, que ni siquiera tiene corazón y honestidad. Usted lo engañó una vez, sabrá Dios si lo hizo otras veces.

-Maldita, ¿cómo te atreves a hablarme de esa manera? -me agarra de la muñeca con fuerza y forcejeamos. -Por lo menos seguiré siendo una mujer completa. Alguien que sí le podrá dar hijos a Ignacio. -atacó de nuevo con su filoza lengua llena de veneno.

Dolió...

-Como trata a los demás la terminarán tratando. ¡Ya suélteme! ¡déjeme! -estaba comenzando a preocuparme por su expresión tan sombría, además de que hacía más fuerte el agarre.

ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora