《Capítulo 86》

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BRENDA

Era difícil procesar todo lo que había ocurrido... Mi mente estaba en ese momento en el que corrí directamente hacía las escaleras para saber si era Thania quién estaba al final de ellas... Pero gracias a Dios no fue así.

Thania había estado al otro lado de la oficina cuando había ocurrido el accidente.

La identidad de la mujer fallecida había sido expuesta. Aunque era extraño que ella tenía una particular apariencia similar a la mía, tenía el cabello del mismo tono que el mío, y su falda era parecida a la que yo llevaba puesta hoy.

No sé si estaba bien suponer que esa muerte no era accidental...

—Disculpe, señorita. —alguien me toca del hombro para que le prestara atención.

Me despabilé en el instante en el que me hablaron.

—Lo siento... ¿Me decía? —murmuré, aún sintiéndome mareada por todo lo que tenía en la cabeza.

Al levantar la mirada de mis manos temblorosas, en frente de mí se encontraba una mujer muy simpática y de mediana estatura.

—Soy la oficial Maricielo Aguilar. Quería hacerle algunas preguntas, si me lo permite... —la oficial parecía muy amable y comprensiva ante mi fatídica situación.

Estiró la mano para tomar una silla de la oficina y se sienta a mi lado para hacer el interrogatorio.

—Y... —lamí mis labios al sentirlos secos. —¿Por qué me harán preguntas?

—Bueno... Fue una de las pocas personas que se escabulló para ver el cuerpo. Y es rutinario, no se preocupe. 

—Está bien... Lo entiendo.

—¿Sí se encuentra bien?

Muevo mi cabeza en un asentimiento a duras penas.

—¿Conocía a la fallecida? —la oficial saca de su chamarra un cuaderno pequeño con una pluma azul.

—No... Bueno, sabía que trabajaba en el departamento de quejas. En ese departamento hay un número reducido de personas.

—De acuerdo, y ¿podría decirme por qué no estaban funcionando los ascensores?

—Ni siquiera sabía que estaban en mantenimiento sino hace poco.

—¿Ya se comunicaron con sus jefes?

—Creo que sí, Thania debió de haber llamado al vicepresidente.

—¿Cree que fue un accidente?

Mis oídos parecían volverse agudos por un nanosegundo; y la observé.

—Fue un homicidio, ¿verdad?

—Aún no estamos seguros. —se aclara la garganta. —Pero todo indica de que fue algo planeado. Por eso quiero saber... —se inclina un poco hacía mí de manera confidencial. —¿Había alguien... de aquí... que hubiera querido hacerle daño a esa chica?. ¿Tenía mala relación con alguien?

—N-no... Eso yo no lo sé, debería de preguntarles a sus compañeros y amigos más cercanos.

—Y lo haré señorita. Pero, ¿usted no sabe nada?. Ya que es muy sospechoso de que la cámara de las escaleras no estuviera funcionando en ese precioso momento en el que la mujer iba bajando los escalones, y que de pronto la hallaron muerta.

—No... puede ser... —una terrible sensación, como una mala espina clavada en mi pecho se hace más fuerte.

—Mi capitán hablará con sus jefes, dándoles mejores detalles del caso.

ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora