《Capítulo 29》

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BRENDA

CAPÍTULO 29

—Que bueno que hayan podido venir. —se acercó a nosotros el Señor Ferrer y atrapó a mi jefe con sus brazos, dándose palmadas amistosas en la espalda. Se separaron por completo y con educación mostró su palma para que yo colocara mi mano sobre la de él, besó mis nudillos mostrando cortesía y simpatía hacia mi persona.

Definitivamente el Señor Ferrer era completamente caballeroso y cortés, y puedo decir que un poco más de lo que es el Señor Valente, a mi parecer.

—Bueno amigo, por favor acompáñenme a la mesa, ahí nos está esperando Sarah. —refirió, guiándonos hasta la mesa.

Cuando encontramos la mesa reservada, era cierto que la señorita Sarah se hallaba sentada esperando por nosotros, aunque mantuvo su mirada puesta en un punto fijo como era el mantel o simplemente se había dejado llevar por sus pensamientos profundos.

Su prometido se acercó a ella por detrás para acariciar sus hombros, ella reaccionó formando una expresión inesperada en su sonrojado rostro y le regaló una sonrisa lobuna. Se puso de pie para quedar de frente a nosotros y pareció llenarse de entusiasmo al vernos a ambos presentes.

—¡Que bien que están aquí! —expresó con emoción, pero primero me abrazó antes de atrapar al señor Valente entre sus delgados y largos brazos. —Ay Ignacio, creí que te ibas a negar a venir con nosotros. —mencionó la pelirroja.

—¿Por qué creiste eso? —inquirió sonriendo el rubio, jaló una silla ofreciéndome el asiento.

Todos nos encontrábamos sentados y conversando. Sarah hablaba con fluidez y confianza como si estuviera en medio de un grupo de amigos cercanos que conoce de hace años, aunque no estaba tan lejos de serlo ya que parece conocer al señor Valente desde hace mucho, y ¿cómo no conocerlo?, si es el mejor amigo de su prometido y estuvo involucrado con su hermana antes de todo este plan.

—Entonces, ¿iremos esta noche a bailar? —Sarah miró a su prometido con ojitos de súplica después de decir aquello.

Fruncí el ceño con impaciencia. ¿Pretendían sacarnos a bailar o todo era idea de la pelirroja animada?, siendo cualquiera de las dos opciones, no me parecía lo correcto, sentía que algo no saldría bien en todo esto. A mi nisiquiera me gusta bailar, es como si mi cerebro maquinara la peor situación tan vergonzosa donde mis pies vayan a fallar y que mi cara termine en el suelo.

Besando el suelo.

O peor... besando los labios de...

—¿Tú qué dices, Brenda? —alguien me estaba hablando, y no me di cuenta sino cuando Sarah volvió a repetir la pregunta.

—¿P-perdón...? —un rubor se hizo presente en mis mejillas y agaché la cabeza con retraimiento.

—Te decía que si: ¿aceptas ir a un club con nosotros?. Obviamente Ignacio no quiere ir porque es un completo aguafiestas. —espetó Sarah, sacando su lengua con gracia en contra del señor Valente por su negatividad.

—No acepto ir porque hay trabajo.

—Pero mañana es domingo, no seas tonto. —achinó Sarah sus ojos mirando a mi jefe.

—De todos modos. —en ese momento depositaron unos platillos con algo delicioso por delante de nosotros, el olor era exquisito y por supuesto daban ganas de comerlo todo.

—Este es la especialidad del chef, espero que lo disfruten amigos. —musitó el Señor Ferrer viéndonos nada más al señor Valente y a mi.

Le dedicamos un grato agradecimiento sonriendo y proseguimos en comer. El silencio no era lo contundente en el lugar, se escuchaba un mínimo bullicio entre las mesas de la multitud que estaba presente en el local, y ¿cómo no estarlo?, este lugar; y así como muchos otros, tenían una excelente y explícita crítica sobre el personal, el menú y sobretodo de la estructura de la edificación moderna y contemporánea que nos rodeaba.

ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora