《Capítulo 88》

2.2K 141 24
                                    

BRENDA

Bip. Bip. Bip.

Ignacio... Responde...

Ignacio...

—Brenda, despierta. —alguien decía ni nombre pero era muy lejana.

—Mi niña despierta, por favor... Nos tienes muy preocupados.

—Parece que se está despertando. Alguien vaya por un vaso de agua, de prisa. —ordenaron, más sin embargo no era la voz de mi padre.

Fui abriendo lentamente mis ojos, despertando en sí un nudo en mi estómago, además de la necesidad tan inminente de saber sobre Ignacio, pero... ¿Qué había pasado?

—Mi... Mi... Mi... —las palabras no querían salir de mi boca.

—Toma asiento, mi niña. —mi madre me ayuda a enderezar mi cuerpo sobre el sofá de la sala. Mi padre toca mi frente como si estuviera verificando que no tuviera fiebre.

—Que buen susto nos diste, cielo. —balbuceó mi padre llevándose los dedos entre su cabello canoso.

Me levanté de golpe sorprendiéndolos a todos.

—Necesito mi celular. —demandé.

—¿Qué carajos, Brenda? —espetó Dani asustada.

—M-mi... ¡celular! —exigí altanera, ya mis ojos estaban viéndose tormentosos.

—¿Para qué quieres el celular? —pregunta papá.

—Cálmate, Brenda. —dice Adrián.

¿Adrián?, ¿aún estaba aquí?

—Mejor toma asiento, igual tu celular se apagó pero llamé a Sofía para que lo revise. —me informa Daniela, intentando que me sentara.

Me libero de las manos que me sostenían y me alejo de ellos hasta el marco de la puerta de la sala. Los miro con las lágrimas corriendo por mis mejillas y libero mis pensamientos:

—Necesito llamar a Ignacio. —mascullo. —Necesito saber que está bien.

Tiemblan mis piernas, y Adrián fue el primero en sostenerme.

—¿Pero qué es lo que ocurre con Ignacio? —me mira expectante.

Vuelve a formarse un nude pero esta vez en mi garganta y rompo en llanto.

—Creo... q-que...

—¡Ya encendió el celular de Brenda! —anuncia Sofía entrando corriendo y me lo entrega. Estaba tan agitada que respiró hondo y habló: —Tienes que ir al hospital urgente. Ignacio tuvo un accidente...

Esas fueron las peores palabras pronunciadas por mi hermana en este año que destruyen mi corazón.

—¡Dios mío! —exclama mi madre cubriendo su boca por el asombro.

Daniela la imitaba y abrazaba a mi mamá. Mi padre se me acerca hablándome pero no entendía nada de lo que me decía.

—¡Reacciona! —agitan mi cuerpo.

—Adrián, déjala, es normal que esté en shock. —dice Sofía.

—Me voy.

Giro sobre mis talones y le quito el celular a mi hermana menor, mi papá me persigue hasta la entrada y ya estando fuera me echo a correr. A lo lejos escuché decir por parte de mi padre:

—¡Espera, espera!... ¡Te veré en el hospital!

¿Cada paso que daba era un minuto menos para Ignacio?, no, no, yo no puedo pensar en que Ignacio esté tan grave, seguramente lo tienen en el hospital para chequearlo, y no me ha llamado porque su madre lo tiene atosigado para que esté bien al igual que con Valentina.

ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora