《Capítulo 9》

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BRENDA

CAPÍTULO 9

—Claro, gracias por su tiempo, que tenga un feliz día. —colgué la sexta llamada que hacía desde que salí de la oficina del vicepresidente.

Había estado tan ocupada realizando las llamadas, aunque apenas haya cumplido con seis de la lista que me entregó el jefe, mi garganta pedía con urgencia mucha agua. Iba a levantarme para ir a la cocina del piso por un vaso de agua cuando mi celular sonó.

Revisé el remitente ésta vez para no tener más problemas y confusiones, era mi padre, fruncí el entrecejo ya que sólo me llamaba en horas de trabajo cuando era algo de urgencia.

—Hola papá, ¿pasó algo? —dije al contestar la llamada.

—Brenda... —se quedó en silencio por unos segundos, eso me hacia preocupar. —Acabó de llegar un recibo del hospital donde atienden a tu madre. —anunció, suspiró con pesadez antes de continuar hablando: —Aumentó el costo del tratamiento de tu madre, Brenda, y nos exigen que paguemos un adelanto si queremos que tu mamá obtenga el mejor tratamiento.

—No puede ser...

Mi cuerpo se adormeció por un momento, haciendo que mi espalda chocara contra el respaldar de la silla, sujeté con fuerza el borde de mi falda sintiendo impotencia, rabia y dolor por todo lo que estaba pasando.

La sociedad se estaba aprovechando de nosotros, de los que necesitamos de un mejor vivir para exprimir nuestros bolsillos arrebatándonos lágrimas en el proceso, y no me refiero a llorar por el dinero, sino por lo que podría suceder si no obedecemos a sus órdenes... el poder sufrir una pérdida...

—¿Qué vamos a hacer cariño? —mi papá hizo que reaccionara.

—¿Alguien más sabe de eso?, por favor no le digas nada a mamá y no dejes que mis hermanas vean el papel. No quiero que ellas se preocupen... —posé una mano en mi rostro, froté mis ojos aguantando las ganas de llorar mientras hablo con él. —Buscaré la manera de...

—No hija, tú ya haz hecho suficiente. Yo buscaré la manera de conseguir ese dinero, no te preocupes. —hizo una pausa. —Esconderé el recibo para que nadie lo vea, te llamaré cuando tenga alguna parte del dinero. —habló tan decidido que me daba terror tan siquiera pensar en cómo conseguiría eso.

—Papá basta, yo haré esto, voy a pedir algún préstamo... tal vez en el banco. —el pensar en esa idea me hacia marear un poco, ya que antes había pedido un préstamo y aunque lo pagué todo y con intereses, me presionaban casi siempre.

—Brenda. —me nombró con un tono duro. —Yo soy tu padre, y la cabeza de esta familia, recuerda por lo que pasaste con esos cobradores. —cuestionó intentando hacerme entrar en razón.

Tenía razón, pero, no tenía otra opción, la salud de mi madre era más importante que mi paz mental, la cual de todos modos no conseguiría si mi mamá no toma su tratamiento.

Después de pensarlo mejor, y hacer sufrir a mi cerebro ideando tantas cosas que, caí en cuenta de la proposición del señor Valente.

Ahora sí estoy atada de manos y pies. Pero él sería mi única salvación si logro negociar con ese hombre, posiblemente esté de acuerdo con los términos que le proponga y me ayude con esto.

Sin embargo, ¿qué dirán mis padres sobre esto?, no pueden saberlo, creerán que soy una aprovechada, aunque todo sea por mi mamá. Debo de mantener la cabeza fría, manejar todo con cuidado, así sólo quizás nadie salga lastimado.

Aunque vaya a estar atada a mi jefe...

—Papá, hablamos después, debo de seguir trabajando. —me despedí de él con un tono átona, mi papá se despidió igual, no sin antes advertirme de que él se haría cargo de buscar el dinero.

ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora