《Capítulo 15》

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BRENDA

CAPÍTULO 15

Había regresado a mi puesto de trabajo después de acomodar mejor la falda, a medida en que iba avanzando, no pasaba desapercibido los ojos curiosos que se posaban sobre mi. Algunos eran de sorpresa, mal genio o hasta de necesidad, necesidad de no dejar de ver mis piernas, para expresarme en términos menos vulgares como: me miran como depravados.

—Brenda, el Señor Valente acaba de irse, pero dejó bien en claro que debemos de continuar con nuestro trabajo. —anunció Thania.

—Vale.

—Oye... —me miró de pies a cabeza, cosa que me incomodó e intenté bajar el borde de la falda en vano. —Te queda muy bien la falda, aún no entiendo por qué no utilizas una de esas. —frunció su ceño con duda.

Porque no quiero exhibir. Claro, no estoy diciendo de qué las otras chicas, incluyendo a Thania, lo hagan, sino que... a ellas les queda bien y no se sienten fuera de lugar.

—Me siento extraña con esto... —comenté tomando asiento.

—¿Extraña?, ¿por qué?, la verdad es que se te ve mejor a ti que a mi.

Y aquí vamos de nuevo.

Era obvio que no necesitaba los halagos de las chicas, o tan siquiera creer que me dicen la verdad cuando yo no lo siento así, a veces me muero de la inseguridad.

***

La tarde pasó volando. Todos estábamos por terminar nuestra labor en el trabajo, pero había una persona que no quería despegarse de su silla como para ir a su casa a alistarse para comenzar con una farsa de una vez por todas.

Sabía de sobra quién era esa persona.

Le eché un vistazo por enésima vez a los números pequeños en la esquina de la pantalla de mi computadora que indicaba la hora. Faltaba poco para irme.

—Por fin iremos a casa. —suspiró mi compañera levantándose de su silla mientras que su ordenador se apagaba. —Brenda, ¿qué te parece si vamos a beber algo? —sonrió después de decir su oferta.

—Ahm... —¿qué debería de decirle?, le parecerá muy extraño si no acepto en esta ocasión. —No puedo... es que... —recordé a mi mamá, pero muerdo mis labios pensando en que está mal mentir en nombre de tus padres. —Tengo que ir a casa de mis padres.

—¿Está todo bien? —indagó, imaginando seguramente de que mi mamá está mal.

—Sí... por supuesto que todo está bien... —dije, no muy convencida, no me sentía bien.

—Entonces, puedo llevarte a casa de tus padres. —ofreció.

—No, está bien, de verdad estaré bien, puedo tomar un taxi.

—Ay Brenda, ¿en serio prefieres gastar dinero que tomar mi aventón? —interrogó con suspicacia.

—Bueno...

—Hola chicas, ¿ya se irán? —apareció Fred por el pasillo con una gran sonrisa pegada a su rostro. —Estaba pensando en que como es viernes, podríamos ir a tomar algo, ¿qué les parece? —alguien más que quería divertirse.

ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora