ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETA

《Capítulo 97》

BRENDA

—¿Estás segura de esto? —por instinto de protección coloca su mano cubriendo las mías que reposaban sobre mi regazo.

Logro mirarlo directamente a los ojos y con seguridad en ellos asiento.

—Bien. —suspira rindiéndose finalmente. —No cabe dudas de que no cambiarás de opinión.

—Tengo que afrontarlo, Kyle.

—Sí; pero no sola, déjame acompañarte. —pidió.

El apoyo que me había estado ofreciendo Kyle desde que nos topamos en el peor día de mi vida, había sido incondicional, en mi sufrimiento ajeno no quería involucrar a más personas, y mucho menos a los que amaba de verdad, era suficiente con haberles hecho pasar malos ratos en el pasado como para ir con mis problemas del corazón.

Margo me matará cuando se entere de lo que estoy planeando hacer, seguramente se sentirá muy dolida sobre esto pero no me queda otra opción y menos sabiendo que ella sale con Nathan y podrían él y su hermano presionarla para decirles que en dónde estoy.

Sí. Estaba muy segura de irme de aquí, desaparecer para siempre, con la ayuda de Kyle podría irme y llevarme a mi familia, volveré a rehacer mi vida.

Intentando olvidar...

Intentando sanar...

E intentando arrancarme del corazón a Ignacio...

Hoy estaba aquí, en las afueras de la corporación Valente's para presentar mi renuncia oficialmente e irme, además de que... Muy en el fondo de mi corazón, y por mucho que me duela, quería ver por última vez al que sigue siendo el amor de mi vida.

Con tan sólo pensar en eso, una lágrima rodó por mi mejilla, pero fue detectada por el pulgar de Kyle quién me observaba en silencio.

—Déjame ir contigo, ¿si? —interrumpió el silencio con su petición.

Vuelvo a negar.

—Haz hecho demasiado por mi, no quiero meterte en algún problema. Por favor entiende. —además de que no quería que Ignacio lo viera conmigo.

—Sé que te preocupas por mi pero...

—Por favor ya no insistas. —musité agotada.

Kyle se percata de mi estado de ánimo y se resigna.

—Lo lamento. —baja la mirada.

Eso me hace sentir peor.

Que tonta soy, él sólo quiere ayudar.

Para reconfortarlo lo abrazo. Algo que nos dejó incómodos, pero más por mi parte, no sé ni por qué lo hice.

—Tengo miedo de que logre convencerte y... —traga en seco. —Ya no quieras irte. —confiesa Kyle observándome.

En mi corazón se manifiesta una presión muy dolorosa, algo que me hace tocar la zona apretando mi blusa.

—Ay... —me quejo del dolor. Sentía el pecho frío, apretado y con dolor.

—¿Brenda, que tienes? —Kyle se preocupa e intenta hacer algo.

—No, no pasa nada. —miento, volviendo a estabilizarme.

Ese dolor había sido extraño...

—Volveré pronto, no te preocupes. —le sonrío, dándole a entender de que nadie me iba a convencer de quedarme.

—Esperaré por ti.

No sé por qué sus palabras me hicieron volver al pasado, a esa época en la que los dos fuimos felices juntos, y que por muy lejano que parezca, era como estar en ese entonces.