ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETA

《Capítulo 20》

BRENDA

CAPÍTULO 20

—Ignacio, ¿podríamos hablar un momento? —la señorita Reyes me miró de reojo pero le sonrió a mi jefe.

El señor Valente se tensó pero asintió, por una parte me desanimé y al mismo tiempo me entró un poco de pánico ya que me dejaría sola, pero eso ya era decisión suya.

—Volveré en un segundo. —susurró en mi oído, me limité a mover la cabeza en asentimiento y él se alejó con la mujer rubia que sonreía como nunca.

Seguramente cree que tiene unas posibilidades para dejarme de lado y quedarse con mi jefe, y no se equivoca pero tampoco debo de demostrarlo estando con ella.

Tengo que dejar de tomarle tanta importancia, tampoco debe de afectarme aunque sea inevitable, soy un ser humano, no soy perfecta, ni la más bonita de todas y tampoco tengo mucho dinero, pero tengo cualidades, virtudes y mucho respeto hacia los demás para ofrecer, y no para utilizar eso a mi beneficio.

Bufé por lo bajo algo cansada, aunque llevara zapatos bajos siento que mis pies no dan para más. Después de la recepción de la cena, algunas personas importantes se despidieron de la familia Valente y otros permanecieron aquí para bailar o beber y conversar un poco más. Algunos estaban en la casa y otros iban y venían del patio hacia la sala de estar.

Era inevitable no sentirme fuera de lugar, las caras extrañas de los invitados no ayudaban, y menos sus expresiones de superioridad, era obvio que estaba acostumbrada a ver caras de ese tipo estando en la empresa o cuando acompañábamos en ocasiones al señor Valente en fiestas, celebraciones de nuevas fundaciones o cualquier otro evento importante exclusivo.

—Que interesante es el verte otra vez, Bren.

Joder.

¿Otra vez él?, es imposible tener tanta mala suerte.

Respiré profundo antes de girar mi cuerpo entero para verlo cara a cara, erguí mis hombros mejor y lo miré directamente a sus ojos, esos que alguna vez me habían mirado con admiración y cariño.

—¿Qué haces aquí? —espeté apretando los dientes para que mi pregunta se escuchara en un susurro.

—¿Tú qué crees? —se cruzó de brazos sonriendo de lado. —Casualmente, soy amigo se Nathan, así que vine a darle la bienvenida. —sus ojos escanearon mi rostro por unos segundos y después bajaron a mi cuerpo. —Vaya noticia la que nos dieron tú e Ignacio.

Mi mandíbula se tensó un poco, las palabras de Adrián fueron como un maldito balde de agua fría. Por supuesto que antes tenía una pequeña duda en Adrián cuando me dijo que mi papá le contó sobre en dónde trabajo, pero de eso a que conoce directamente al señor Nathan, me pone los pelos de punta.

¿Y si se atreve a comentar cualquier cosa sobre nosotros en la Universidad?, posiblemente me haría quedar como una perra ante los ojos de los Valente, nadie sabe sobre mi relación pasada con ese hombre, y que en estos momentos donde estoy fingiendo ser la pareja del señor Valente alguien se entere, en verdad me haría ver como alguien diferente a como soy.

Conozco a Adrián, y si fue capaz de hacer de mi vida tan miserable en la Universidad por tan sólo pasarse de copas y no haber obtenido una grata satisfacción al no desflorarme, sería capaz de utilizar lo que sabe a su beneficio.

—Mejor déjame en paz. —iba a retirarme pero él me tomó del brazo disimulando ante los demás.

—Será mejor que hablemos en otro lugar. —intentó que caminara pero me negué a ello. —Camina, Brenda.