ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETA

《Capítulo 77》

BRENDA

CAPÍTULO 77

—¿Quieres más café? —ofrecí mostrando su taza de café vacía a lo que Ignacio negó aún con la mirada pesada y pensativo. —¿Sigues... sigues pensando sobre el niño? —sabía que no debía de meterme en sus asuntos, pero me preocupaba un poco el cómo pretendía tomar represalias contra la mujer sin involucrar al menor.

—Cariño... —suspiró tomando mi mano sobre el mesón de la cocina. Elevó levemente su mentón para sonreír. —No quiero que pienses demasiado sobre ese problema, ¿sí?.

—Pero... a mi no me parece que un niño sea un problema, sino todo lo contrario. —objeté, apretando mis labios ansiosa.

—Sé ha lo que te refieres. Pero el problema no es el niño, sino su madre. Esa mujer sólo apareció para traernos conflictos. —volvió a ponerse malhumorado.

Su cuerpo se vuelve rígido y evita hacer contacto visual, camino rodeando el mesón para estar de su lado y abrazarlo por la espalda arrecostando mi cabeza sobre su hombro percibiendo indiscutiblemente su olor tan varonil e imponente.

—Me encanta cuando te pones así.

—¿Así cómo? —murmuré confundida contra su hombro.

Me toma de la mano con delicadeza para hacer que me siente sobre sus piernas.

—Tan dulce y cariñosa. —acaricia mi rostro y el cabello. Sonrío ampliamente encantada por sus toques. —¿Quieres ir a la piscina?

—¿No fue suficiente con lo de anoche? —me sonrojé, imaginando las cosas que querría hacerme en el agua.

Él rió fuertemente sosteniéndome.

—Piensas demasiado, amorcito. —toca mi nariz con la punta de su dedo con gracia. Mi cara se mantiene al rojo vivo por la vergüenza de haber creído otra cosa, eso y que me haya llamado "amorcito". —Solamente quería saber si querías bañarte en la piscina. Tengo que salir un momento por un asunto.

—¿Te irás?

—Lamentablemente. Y no puedo llevarte.

—¿Adónde irás? —frunzo el ceño insegura.

—Me veré con Estela para hablar sobre negocios. —dice, después enarca una ceja fingiendo desinterés. —Y con tu ex amor. —habla con mala gana.

—¿Por qué te refieres a él así? —aguanto la risa que quiere salir por verlo de nuevo celoso. —¿Otra vez estás celoso? —estiro la comisura de mi labio de lado viéndolo arrogante y burlonamente.

—Mejor bésame y no digas tonterías. —se apresuró a besarme antes de que lo burlara, me reí en medio del beso e Ignacio me aprieta del trasero por maldad.

***

—¿Y cómo va todo entre ustedes?. ¿Aún no lo dejarás?

Ruedo los ojos al escuchar la última interrogante de Margo.

—Supuse que ya te caía bien. —comenté a través del celular para hacerla cabrear.

—¿Estás pendeja?... ¿caerme bien?, creo que ese idiota te está drogando. Dime, di mantequilla si está cerca y te tiene presa en contra de tu voluntad Bren, o di helado de frambuesa si te está apuntando con un arma.

—Estoy completamente sola. —suelto una carcajada. —Extrañaba hablar contigo Margo, ¿cómo van tus casos? —miro hacia el horizonte desde mi posición dentro de la piscina, me encontraba hablando por celular en la orilla de esta misma con los brazos por fuera y el cabello recogido con el celular en mi mano.