《Capítulo 98》

2K 124 24
                                    

BRENDA

Aún no podía creer lo que estaba pasando enfrente de mis ojos.

Estaba siendo acorralada y apuntada con un arma junto con Ignacio, en su oficina... Era imposible de creer ciertamente, el sentir pánico era poco, el miedo talaba por cada fibra de mi cuerpo, de mis huesos, de mis órganos, por todo...

Y eso se iba intensificando cada vez más, Ignacio se mostraba a la defensiva, siempre atento al arma y a las palabras de Mandy, ninguno de los dos entendía su propósito.

—Dinos, ¿tu desgracia fue enamorarte? —espetó el rubio tocando mi mano para evitar que me moviera de su espalda. —Eso nos ha pasado a todos. No es novedad, pero no tienes derecho a venir aquí y a amenazarnos con un arma. —esta vez habló más fuerte.

—Shh, mejor baja la voz si no quieres que alguien salga herido. —advirtió, tal vez intuyendo en las intenciones de Ignacio al hablar tan fuerte. —Bueno sí, digamos que mi desgracia fue enamorarme.

—¿Entonces?, ¿nosotros qué tenemos que ver?. —musité, con la voz temblorosa.

Mandy dirigió sus ojos hacia mi, y fue una sensación horrible después de verla sonreír como psicópata, llevó el arma hasta su quijada murmurando y hace un gesto pensativo.

—Digamos que... Ustedes... —nos señala con el arma meneándola en el aire. —Son los protagonistas de mi historia.

No podía entenderla, estaba completamente loca.

—Habla ya, deja los rodeos. —masculló Ignacio.

De repente el sueño que tuve con Ignacio amarrado a una silla golpeado y la persona que le hacía daño se me cruzó por la mente.

Mi corazón se estremeció y abracé a Ignacio por la espalda aguantando las ganas de llorar.

¿Y si ese sueño había sido una previsión de que algo malo le iba a suceder a él?

No, no, me negaba a creerlo.

Ignacio al sentirme volteó un poco su cabeza para verme, sonrió levemente y apretó mis manos como tratando de decirme de que: todo saldrá bien. Pero algo me decía de que una tragedia se aproximaba.

—Ignacio, Ignacio, Ignacio. —canturreó Mandy. —Siempre de impaciente, ¿no te gusta el suspenso al menos?, sigues siendo igual de arrogante y narcisista que hace unos años atrás.

—¿Qué?, ¿te conozco? —dice sin entender, al igual que yo.

—Vamos a ver si recuerdas la universidad, y a Alexa DiCaprio, ¿eh?, ¿te suena? —su semblante se vuelve oscuro.

—¿Eres su prima acaso? —comenta sin querer darle importancia. —¿O su hermana?, siempre sospeché de que no estaba cuerda, ¿ella te envió?.

—¡Sí estaba cuerda! —vociferó enfadada. —¡Lo que estaba era muy enamorada de ti, imbécil!

—Estaba era obsesionada. —recalcó Ignacio. —Y claro, no la culpo.

—Vuelves a actuar como un arrogante cuando hace apenas un segundo llorabas como un bebé sin consuelo sólo porque esa mujer... —me señala. —Te abandonó.

—Ella no me abandonó. —este hombre se puso tenso, lo sigo abrazando para que se calme y lo hace soltando el aire. —Te juro, que cuando acabemos con esto, no saldrás nada bien de esto.

—No pretendo dejarnos vivos.

¿Qué? ¿Nos va a matar y luego se disparará?

—E-eh... Mandy... Cualquiera que sea tu relación con la ex novia de Ignacio, eso no te obliga a cometer este tipo de atrocidades, tú eres mejor que eso, de verdad... —intento convencerla de que se retracte de su venganza. —Entiendo lo mucho que te duela pero...

ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora