ESPECIAL ~POR EL AMOR~

3.3K 200 34
                                    

IGNACIO

Era extraño, pero aún sin abrir mis ojos por completo podía sentir que había otra persona en la habitación.

Por causa del inesperado cansancio que sentía por todo mi cuerpo ni siquiera podría moverme, hasta que escuché unos pasos; pero no unos cualquiera, sino unos pasos que lo producían unos pequeños pies.

Sin siquiera saber de quién podrían ser esos pasos, me giré lentamente hasta quedar en la orilla de la cama, estaba con mi pijama puesta pero no sentía a nadie a mi lado.

¿Podría ser Brenda caminando en puntillas?

Sonreí y con toda la tranquilidad del mundo fui abriendo mis ojos. Me detuve a mirar el techo por un segundo hasta que un tacto diminuto me sorprendió, y lo que me hizo girar fue una sola palabra:

Papi...

Ver de pie, en frente de mi a una pequeña niña de ojos azules brillantes y cabellos dorados como el sol me hizo palidecer. Tanto era mi asombro que por un segundo creí que había perdido el conocimiento, pero reaccioné al escuchar mi propio corazón latir aceleradamente.

—Buenos días, papi. —la niña rió dulcemente y me abrazó del brazo y se esforzó por querer subirse a la cama.

—Eh... yo... ¿yo soy tu papá? —parpadee varias veces y me golpee la cabeza con la palma de mi mano.

La preciosa niña se da por vencida al no lograr subirse a la cama y me extiende los brazos con un tierno puchero.

—Papi, cargame... —dice.

La cargo hasta sentarla a mi lado y ella me abraza aún más fuerte del pecho. Puedo oler su cabellera teniendo su diminuto cuerpo debajo de mi barbilla, un espectacular y maravillosa sensación protectora y amorosa inunda mi pecho al imaginar que esa pequeña princesa es mía...

Tengo una hija...

Es... ¿mi pequeña bebé?

Trago en seco y comienzo a acariciar su cabecita sin pensarlo.

No sé cómo actuar con una bebé... con una pequeña niña.

—¿Y tú mamá? —pronuncié. Pero... ¿de quién estamos hablando?...

¿Es de Brenda?

Con tan sólo pensar en ella mi pecho retumba gracias a mi corazón que la añora con furor. Envuelvo a mi hija con mis brazos teniendo mucho cuidado y deposito una pequeña cantidad de besos paternos en su cabeza.

—Mami trabaja. —dice la bebé. Fruncí el ceño y la miré detenidamente.

Sus facciones se me hacen familiares...

—¿Está trabajando? —la niña asintió ante mi pregunta. —Y... ¿por qué estás sola? —Brenda nunca la dejaría sola, y mucho menos para irse a trabajar. Si tuvimos una hija ella sería mi... esposa.

—No estoy solita... —habla mirando sus deditos tiernamente.

—Princesa... ¿cómo se llama tu mami? —quise preguntar por idiota.

¿Esto es real o lo estoy soñando?

—Papi... ¿por qué siempre gritas con mami? —la niña se frota ambos ojos angustiada queriendo llorar. —No quiero que griten más... —comienza a llorar y mi reacción fue abrazarla para consolarla.

La pequeña dice que le grito a su madre, ¿es a Brenda?.

Alguien toca a la puerta interrumpiendo mis pensamientos hasta que la abren y mis ojos quedan fijos en...

ATADA A MI JEFE ||J&S. COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora