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— Mierda Kata llegamos tarde a la escuela. — A duras pena se terminaba de vestir mientras trataba de buscar su cartera en aquella casa un tanto desordenada.

— En todo caso sería yo la que llegue tarde a la escuela. — Contestó remarcando el 'yo'. — Y tranquilo papá lo tengo todo controlado, como siempre.

Y así parecía, mientras su padre se acababa de despertar, ella ya se encontraba vestida y agarrando un dulce del mueble de la cocina. Poco después de decir esa frase se escuchó un ruidoso sonido que parecía provenir de unas motos llegando, y a su vez, le acompañaba el sonido de un claxon.

— Te lo dije. — Miró a su padre quien se dejó caer en el sillón. — Nos vemos papá. — Se despidió de él y abrió la puerta para encontrarse a ese par tan familiar para ella.

— ¡Mikey llegas tarde! — Se escuchó gritar al padre de Kata desde dentro de la casa.

— Lo sentimos señor se complicaron las cosas por el camino. — gritó de vuelta Draken, que ni siquiera dejó responder al pobre Mikey que se encontraba, ahora, mirando mal a su compañero.

'se complicaron las cosas por el camino' del cual Kata solo pudo escuchar 'No había quien sacara de la cama a Mikey'

— Debió ser algo muy complicado si logró retrasar al vicepresidente y al presidente de la Tokyo Gang. — Kata se acercó a los chicos, saludando a Draken con un beso en la mejilla y a Mikey con un beso rápido en los labios.

— Sobre todo si el responsable es el presidente. — Y de nuevo se volvió a poner esa mueca en la cara de Mikey, pero Kata sabía como cambiar esa expresión.

— Anda toma. — Le dijo mientras le daba un dorayaki a su novio, quien al mismo tiempo, le estaba entregando un casco de moto a la chica.

Su cara cambió totalmente, ahora parecía un niño pequeño recibiendo su regalo de cumpleaños.

— Ni se te ocurra comerlo ahora o llegaremos tarde de verdad. — para no variar, Draken teniendo que actuar como adulto.

Aunque no sirvió de mucho ya que Mikey ya tenia el dorayaki en su boca y arrancó la moto para adelantarse a Draken. Tal cual un niño pequeño.

Escenas como estas eran algo común en el día a día de estos dos y Kata estaba más que acostumbrada, apretó su agarré a la cintura de Mikey mientras trataba de no reírse por la situación.

𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐁𝐄 | 𝖳𝗈𝗄𝗒𝗈 𝖱𝖾𝗏𝖾𝗇𝗀𝖾𝗋𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora