Aparté mi vista en cuanto supe que Senju tampoco es rival contra South, mi mirada se topó con Mikey, quien avanzaba ignorando aquello que le rodeaba, con Kakucho en el suelo.
— ¡Katana! — gritó Takemichi tratando de llamar mi atención. — Una nueva visión, tenemos que parar esto o South morirá.
Yo no respondí y él dejó de hablar al ver la escena, Manjiro enfrentando a South.
— Creo saber quién será el culpable.
— Debemos hacer algo.
Quería darle la razón pero, acaso había algo que pudiésemos hacer? No es una pelea cualquiera y no son personas cualquiera. He podido descubrir por mi misma que los viajes en el tiempo no es algo sencillo y mucho menos intentar mejorar las cosas. Internamente agradecía que Chifuyu y Baji no estuvieran metidos en este lío, al igual que la mayoria que formaban parte de la Tokyo Manji.
Estaba inmersa en mis pensamientos, llevaba bastante así, sin saber orientarme de manera adecuada. Apenas pude reaccionar cuando Hanagaki se interpuso entre esos dos, saliendo lastimado de manera grave.
— ¡Takemichi! — Corrí donde se encontraba, gritando de dolor en el suelo. — Lo siento, lo siento ¡Joder! No sé que está pasando, no logro concentrarme.
— Tenemos que detener a Mikey, Kata tienes que detenerlo. — Aún con el dolor propio pensaba en los demás, parecía suplicar por piedad.
Mikey no me haría caso, seguramente acabaría peor de lo que ya lo está Hanagaki. Tengo que pensar en algo.
— ¡Mikey! — No recibí respuesta por su parte, yo ahora era una pieza inútil en el tablero.
— ¿Dónde empezó todo? Takemichi dónde dispararon a Draken?
— El parque de diversiones.
Sin preguntar nada más empecé a correr, siendo consciente de lo ridículo que era intentar llegar antes de que sea tarde, pero llegaría. Tenía que intentarlo.
