𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐁𝐄 | 𝖳𝗈𝗄𝗒𝗈 𝖱𝖾𝗏𝖾𝗇𝗀𝖾𝗋𝗌

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Noté como empezaba a haber más claridad, aún con los ojos cerrados, lo que se me hacía molesto. Me sentía extraña, ¿Qué había sucedido? ¿Dónde estaba? Con cuidado empecé a moverme y estirarme, hasta que sentí como alguien agarraba la mano que acababa de extender.

Abrí mis ojos rápidamente al recordar los viajes en el tiempo y Chifuyu, pero al ver quien estaba conmigo me incorporé de mejor forma ignorando el dolor que sentía.

— Ten más cuidado, aún debes recuperarte. —

— Tú quién eres. — Aparté mi mano con fuerza dado a que seguía agarrada a la suya.

— Soy Ran Haitani y él es mi hermano Rindo Haitani. — Su voz transmitía serenidad, todo lo contrario a como yo estaba, y más dándome cuenta de que tenía a otro desconocido en mi sala.

El mencionado ni siquiera me miró, continuando con su mala cara.

Ahora los recuerdo, ellos son los hermanos Haitani, unos de los reyes celestiales de Tenjiku y más adelante miembros de la pandilla Rokuhara Tandai. Pero, ¿Qué hacen aquí?

— No te quedes con esa cara de tonta, si no fuera por mi hermano no estarías aquí, por mi parte te hubiera dejado desangrandote allí sola. — No añadió nada más al notar la mirada de su hermano, parece que se entendían sin siquiera hablar.

— Qué amable. — Susurré y me revisé la herida con cuidado.

— No es profunda pero tampoco pequeña debido al movimiento. —

— No puedo creer que cayera inconsciente por esto. —

— Luego te golpeó la cabeza. — Añadió Ran.

Escuchar eso me provocó un deja vú de cuando Hanma hizo lo mismo conmigo.
A ser posible, mi plan era salvar a Baji, no ponerme en su lugar. De nuevo me exalté al recordar el motivo por el cual viajé al pasado.

— Tokyo Manji ha ganado la pelea. —

Suspiré aliviada y observé al chico con trenzas que tenía a mi lado, parece que la telepatía también le funcionaba conmigo.

— Gracias por ayudarme. — Más que agradecida sonaba dudosa pero me seguía pareciendo extraña esta situación. — ¿Cómo es que os han dejado pasar? —

— Porque yo soy tu novio, por supuesto. — ¿Qué? Necesito una buena explicación.

Todos dirigimos nuestras miradas a la puerta, donde esperaba que entrara cualquier enfermero pero estaba equivocada.

— Eres alguien interesante, nos volveremos a ver. — Los hermanos salieron de la sala, ignorando a quien acababa de entrar.

— ¿Cómo te encuentras? —

— ¿Sanzu? — No sé si la herida me ha afectado demasiado pero estan ocurriendo cosas extrañas.

— Disculpa, vine en cuanto comprendí la situación. — Sanzu se acercó a donde estaba mientras comprobaba mi estado.

— Por favor, cuentame que ha ocurrido. —

— Hanagaki golpeó a Kazutora, entre sus gritos, lo que decía Baji y que Mikey no logró dar contigo se volvió loco golpeándolo hasta casi la muerte. Baji y las sirenas de la policía lograron evitarlo. Kazutora fue detenido. Disculpa de nuevo, vine sin avisar a Mikey, huimos de la policía. —

Negué y le agradecí, mejor que no se haya enterado, y de alguna forma también gracias a la mentira de los hermanos mi padre no sabe nada.

No pude evitar sonreír, he evitado la muerte de Keisuke.