Maldita sea Hanagaki, si hubiera contestado antes al teléfono habría llegado antes, con suerte logré pillar un taxi que me llevara hacia donde estaban ellos. Esperaba poder llegar a tiempo, sin volver a vivir el mismo momento que tuve que presenciar aquel 3 de Agosto.
Con el paso acelerado me acerqué a donde se encontraban ambos. — ¡Takemichi! — Intenté llamar su atención viendo su mirada dispersa.
— ¿Cómo supiste que Hanagaki estaba con Draken? —
Mi vista se dirigió a la persona que formuló aquella pregunta que, por muchos motivos, era estúpida. Tal vez lo supe porque iban a por él, porque he recibido un chivatazo o incluso porque la muerte que intentó evitar era la de la misma persona que tengo en frente mía. Pero no es momento de decir que podemos viajar en el tiempo y mucho menos es el momento de formular tal pregunta cuando acaban de disparar a una persona tan importante como lo es Draken.
Ya tenía rabia acumulada y paciencia gastada para soportar también esto. — ¡¿Crees que eso importa ahora!? — Terminé de acercarme a ellos, pero Takemichi seguía sin responder. — ¿Cómo está Draken? ¿Dónde está? —
— Ha... muerto... ¿Qué haremos ahora? —
Así que por eso Takemichi se encuentra en ese estado, el mismo estado en el que estaba yo ahora. Por alguna razón no estaba llorando, aunque con la lluvia tampoco se notaría. ¿Acaso lo siento irreal? Hace poco salvé a Keisuke, ¿Por qué ahora debe pasar esto? No lo entiendo, no entiendo nada. Mi mente no funciona, estoy bloqueada. Intenté acercarme a Takemichi, que se había alejado de nosotras, quería encontrar esa esperanza en sus ojos, quería seguir creyendo que se puede al igual que yo pude.
Fue demasiado tarde cuando me di cuenta de lo que había a mi alrededor, muchas personas reunidas que no podía entender de donde habían salido y cuando habían llegado. Otro grupo de personas, estas de uniforme distinto viniendo desde la dirección contraria. Había mucho ruido. Ambas bandas estaban reunidas y, sin querer queriendo, acabé en medio de ambas.
— ¿De qué lado estás? —
— ¿Qué? —
El chico de pelo largo y bicolor me volvió a preguntar lo mismo "¿De qué lado estás?"
— ¿Tú qué crees? —
— Si vas por libre es mejor que te vayas de aquí, aún estás a tiempo, va a llover sangre. —
— Y la sangre pide más sangre. —
Mis ojos conectaron con los de Ran, quien no me había quitado la mirada de encima. Tendré que enseñarle como tratar a una reina.

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𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐁𝐄 | 𝖳𝗈𝗄𝗒𝗈 𝖱𝖾𝗏𝖾𝗇𝗀𝖾𝗋𝗌
أدب الهواةUna chica en Tokyo Revengers. Algo típico, ¿No?