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Había estado tanto tiempo pensando en el plan perfecto que ahora que estoy a punto de intentarlo siento que estoy siendo impulsiva. Esto puede salir o muy mal o muy bien. Ahora es cuando me pregunto, ¿Por qué es tan difícil conseguir un final feliz? La felicidad, algo tan subjetivo al igual que complicado de lograr.

Es posible que pueda lograr lo que busco, pero debo evitar hacer locuras y ser imprudente, si no el futuro que peligra será el de mi padre. Mantenerse en una balanza es más difícil de lo que creía. Además debo evitar cambios bruscos, debido a que las bifurcaciones no influyen una con la otra.

Tetta Kisaki pasa por mi mente al recordar que él también le dedicó mucho tiempo a su plan, un plan igual de elaborado o incluso más, que si no fuera por los viajes en el tiempo todo seguiría según quería.

Ya no había mucho más que pensar, Chifuyu me hizo un gesto para que pasara a su habitación. Hubo un tiempo donde quise mantenerlo al margen de este plan descabellado, pero mi paciencia no era mucha y tenia la sensación de que contra más pasaba el tiempo más empeoraban las cosas. Ahora lo más fácil era intentar lo que Takemichi y Naoto han estado haciendo desde que se conocieron.

— ¿Estás segura de esto? —

Asentí, preparándome mentalmente a lo que podría, o no, suceder a continuación.

— No me pienso rendir hasta conseguirlo. — Con seguridad extendí mi mano, sin dejarlo de mirar. — La mente es el arma más poderosa del ser humano,  lo que realmente logró el viaje en el tiempo fue la conexión e intención común en conseguir el mismo objetivo. —

Con él de mi lado las cosas serían más fáciles de llevar, nunca viene mal tener un aliado.

— Entonces volvamos al pasado, Kata vamos a recuperar a Baji. — Con una sonrisa me estrechó la mano.

En ese instante empecé a marearme, sentía como todo a mi alrededor daba vueltas, mi cuerpo se bloqueó, no podía moverme, no podía hablar, un sonido agudo y molesto se hizo presente a tal punto de que sentía que mis oídos sangrarian. Agradecí poder cerrar los ojos cuando una luz me deslumbró por completo, entonces noté que poco a poco podía moverme, me llevé las manos a los oídos intentando defenderme de aquel irritante sonido. Cuando las cosas se intensificaban caí al suelo, todo cesó, el movimiento, el sonido, la luz. Me mantuve unos minutos en la misma posición hasta que decidí abrir los ojos.

Al mirar a mi alrededor noté que no estaba en la habitación de Chifuyu, al igual que mi ropa no era la misma. Miré mi teléfono viendo como en la fecha ponía el año 2005. No me contuve más y empecé a llorar, sin importarme estar en medio de la calle.

— ¿A quién tengo que matar? —

Alcé la vista de inmediato, limpiandome las lágrimas. Baji estaba agachado mirándome, sin pensarlo dos veces me lancé a él.

— No mates a nadie, por favor. — No podía evitar seguir llorando, él me abrazó sin dudarlo mientras me acariciaba el pelo tratando de tranquilizarme.

Lo había logrado.

𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐁𝐄 | 𝖳𝗈𝗄𝗒𝗈 𝖱𝖾𝗏𝖾𝗇𝗀𝖾𝗋𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora