𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐁𝐄 | 𝖳𝗈𝗄𝗒𝗈 𝖱𝖾𝗏𝖾𝗇𝗀𝖾𝗋𝗌

24

— Katana vamos a hablar. —

— Que susto me has dado. — Kata se llevó la mano al pecho tras escuchar la voz de su padre, apenas había entrado en su casa y estaba todo oscuro, no se esperaba ser recibida por nadie.

— ¿Te ha traído Mikey? —

— He venido sola. — Terminó de cerrar la puerta con llave y encendió las luces, encontrándose con su padre cruzado de brazos.

— Eso es lo que no me gusta. Últimamente te vas sin avisar, a veces ni vienes a pasar la noche, antes ni te gustaba salir

— Te ha costado años entender que no me gusta salir. —

— Entonces, ¿Qué haces estando más tiempo fuera que en casa? —

— Me adapto a la situación. — Se empezó a desabrochar los zapatos evitando hacer contacto visual.

— ¿Qué situación Katana? Tus notas han bajado, ya te has saltado un par de clases, crees que porque Isamu ha tratado de ocultarlo no me enteraría? — Su voz se empezaba a elevar, desesperandolo el desinterés de su hija.

— Sigo aprobando y no tengo nada que ver con lo de Isamu. No tengo ganas de que me regañes, aquí estoy para pasar la noche, contento? —

— Ese es el problema, que he sido demasiado permisivo contigo, yo fui peor que tú a tu edad así que lo entiendo. — Hizo una pausa y respiró hondo para relajarse y así bajar el noto de su voz. — Hace poco han abusado de una muchacha cerca de aquí, también han asaltado a una mujer. — Daiki se sentó en el comedor, tapándose la cara con sus manos.

— Eres tú quien me enseñó a defenderme. —

— ¿Eso me asegura siempre tu seguridad? Y si cualquier día te arrinconan cinco subnormales armados, entonces qué haces? Qué hago yo entonces si te pasa algo? —

La chica se calló, cada vez tenía más motivos para apreciar su vida.

Daiki miró a un lado, sus ojos brillaban a causa de las lágrimas que querían salir. Había estado preocupado por su hija, además del estrés de ir yendo de trabajo en trabajo, el cual cada vez iba peor. Esta vez no tenía mucha ayuda, su prima ya tenía su vida hecha y su primo estaba igual o peor que él.

— Me gustaría estudiar psicología, es una de mis opciones. — Daiki se giró de nuevo para mirarla. — Para que veas que si pienso en tener un futuro. —

— He estado ahorrando para tus estudios, eso es una carrera, no? Ir a la universidad no es gratis así que de lo que llevo hasta que sea tu hora creo que tendrás lo que necesites. —

Kata sonrió en respuesta. — Quiero ayudar a las personas, sea como sea, empezando por ti. Este año cumpliré la edad mínima para trabajar, conseguiré algo y te ayudaré con el dinero. —

Daiki empezó a negar. — No Kata tu tienes que enfocarte en tus estudios, yo me ocupo de eso, no debes preocuparte. —

— También te buscaré un buen trabajo para ti, y te vendrían bien unas vacaciones. —

Su padre suspiró sabiendo que llevarle la contraria no es tarea fácil y ya era muy tarde para iniciar otra discusión.

Se despidió de su hija y se fue a su habitación. Kata no podía dejar de darle vueltas a lo que le dijo Takemichi.

— Tal vez a ti no te importe, pero si te importa tu padre no cometas una locura. —

— ¿Qué tiene que ver mi padre en esto? —

— Daiki Senshi, teneis el mismo apellido, supuse que era tu padre. —

Kata se calló de inmediato, le había contado su historia a Takemichi pero nunca le dijo como se llamaba su padre.

— ¿Qué le ocurre en el futuro? —

Sin duda debía cambiar las cosas.