Apuñalaron a Draken.
Esa frase no paraba de sonar en mi cabeza en bucle, al llegar al hospital mi confusión era mayor pero cuando me lo contó Jiro mi mente no ha parado de repetir lo mismo una y otra vez. En qué momento? Cómo no me he dado cuenta? Me siento culpable, por fin fui capaz apoyar a Touman, de sentirme parte de la pandilla, y ocurre esto. Debí mantenerme cerca de Draken, separaron a Mikey de su lado por un motivo y aun así lo acabé perdiendo de vista también.
Seguía pellizcando mi labio, mirando al suelo mientras me movía a pequeños pasos de izquierda a derecha, estaba inquieta. Aunque Mikey tratara de tranquilizarnos a mi no me funcionaba, yo estaba perdida en mis pensamientos.
Me giré al notar como alguien me había estado dando pequeños golpecitos en mi cadera, agarré el bolso que me estaba pasando y agradecí a Mitsuya con una leve sonrisa, que duró poco. Con todo esto se me había olvidado que dejé mi bolso en ese lugar, ahora mismo perder la cartera o el móvil no era mi preocupación.
— La operación fue un éxito. —
Esa frase que me alivió completamente.
Sentí como si mis piernas se debilitaran, me senté en cuclillas mientras me tapaba la cara con las manos, necesitaba llorar.
Sabia que estaban todos festejando, escuchaba el bullido, pero no le prestaba atención. Notaba como se iba alejando y entonces pensé en Mikey.
Me levanté del suelo y vi como estaba en frente mio, me dirigió una pequeña sonrisa antes de alejarse del lugar.
— No pienso dejarte solo. — Mikey correspondió mi abrazo y ambos caímos al suelo, acariciaba su pelo mientras él se dedicaba a llorar en mi hombro.
