Tantos pensamientos pasando por mi mente, algo usual en mi. Por un momento me vi reflejada en Senju, la esperanza con la que decía las cosas. Incluso Takemichi va a empezar a hacer las cosas solo, ya no había ningún equipo que formar, incluso el viaje en el tiempo era un plan poco fiable. De solo pensar que tendría que releer la información, hacer nuevos planes sobre el multiverso y viajes en el tiempo me provocaba dolores de cabeza. Tal vez esta ocasión deba prestar más atención a la raíz del asunto, pero Hanagaki no colaboraría...
Al casi llegar a mi casa empecé a buscar las llaves, apenas veo a mi padre tampoco, creí que al tener un trabajo estable lo vería de manera regular pero mi padre sigue siendo mi padre, justo por eso sé que me oculta cosas. Tampoco sé que ha ocurrido con Isamu y Yuna, tal vez deba llamarles aunque sea.
Con todos estos pensamientos lo único que quería hacer era llegar a mi casa y saltar a mi cama, pero parece que el universo tiene mejores planes para mi, nótese la ironía.
— ¿Sanzu qué haces aquí?
— No tengo mucho tiempo así que aclaremos esto.
— No hay nada que aclarar, estaba ahí por Draken no por ninguna pandilla.
— No hablo de eso.
Le miré confundida, Sanzu me hizo un gesto para que hablaramos dentro, suspiré resignada y terminé de abrir la puerta para dejarle pasar.
— ¿Qué tienes con el Haitani?
— ¿Con Ran? Nada.
— Katana quiero una explicación y si no me la das tú me la daré yo solo.
— Parece que ya estás servido.
— ¿No piensas decir nada pequeña zorra? — Cada vez se acercaba más a mi mientras yo me alejaba, evitando que me acorralara en la sala.
— ¿Cómo me ha llamado?
— Como lo que eres... Empiezo a entender muchas cosas ahora.
— ¿Si? Cómo qué, vamos suelta la mierda que te han metido en la cabeza Haruchiyo, o tal vez la mierda que te has estado metiendo en el cuerpo.
Sanzu dió un fuerte golpe en la mesa, su mano temblaba, a este punto no sé si por la rabia o por las sustancias que tomaba. Aunque yo mantenía la compostura deseaba que Sanzu se estuviera conteniendo, que no fuera como Mikey y que si se pudiera controlar.
— ¡Callate! Así que era cierto el rumor de que eras la puta personal de la Toman. — Su risa empezó a hacer eco por la sala, mientras sentia mi sangre arder y sin darme tiempo a responder continuó maldiciendome. — Te follaste a los capitanes para llegar a donde estás, ¿No es así?
— Quiero que te vayas de aquí. Ahora.
— Oh vamos no te enfades, si me la chupas puedo asegurarte un sitio en la Tokyo Manji, seguro que al capitán le pone un trío... — Su risa continuaba, una risa amarga. Ahora era yo quien intentaba contenerse. — Resulta que la reina solo era una puta camuflada...
— Y tú estás tan por debajo que ni siquiera te he follado a ti, porque eres solo un peón para sacrificar. — Traté de calmarme, mostrándome segura de si misma. — ¿A qué viene esa cara Haru?
Su risa paró, su cara mostraba rabia y supe que había conseguido lo que quería. — Te he usado al igual que te he desechado en cuanto has sido inservible, porque eres una pieza inútil en mi tablero.
Agarré rápido el gas pimienta al ver como se acercaba y sin pensarlo apreté el botón. Aprovechando su estado pateé su entrepierna y posteriormente golpeé su cabeza con mi rodilla. Sin darle tiempo a reaccionar atrapé ambas de sus manos con la mía, con mi otra mano mantuve su cabeza en el suelo inmovilizandole.
— ¿¡Qué mierda!?
Alcé la vista Encontrándome con mi padre. La cosa no puede ir a peor.

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𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐁𝐄 | 𝖳𝗈𝗄𝗒𝗈 𝖱𝖾𝗏𝖾𝗇𝗀𝖾𝗋𝗌
FanfictionUna chica en Tokyo Revengers. Algo típico, ¿No?