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— No es necesario que vengas a verme.

— Vendré a verte las veces que sean necesarias Hanagaki, no te voy a dejar solo de nuevo.

— Katana...

— Escuchame. — Le interrumpí acercando la silla aún más a su camilla. — Tengo mucho que contarte así que ahora limitate a escuchar. —

Intenté organizar mis pensamientos una vez más antes de volver a hablar, recordando la misma información que le dije a Chifuyu no hace mucho. — Hace tiempo que no duermo bien, estoy teniendo visiones, es por eso que supe lo de Senju. Estaba tranquila porque sabía que lo evitarías pero no me imaginaba a que costo. Una vida por otra vida. Creo que ya ambos hemos experimentado lo mismo. — Hablé de manera cautelosa, le hice un gesto para que me dejara continuar.

— He roto con Sanzu, siento haber perdido una posible fuente de información valiosa pero las circunstancias no me han dejado más opciones. — Me preparé mentalmente para soltarle la guinda del pastel. — Y Keisuke ha desaparecido, no sabemos que ha podido pasar pero he llegado a la conclusión de que debe haber sido por una brecha temporal.

Takemichi se quedó un momento perplejo, algo comprensible al haberle soltado toda esa información.

— ¿Quién eres?

— Soy Katana, Takemichi, ¿estás bien? Voy a llamar a la enfermera. — En cuanto intenté levantarme un agarre me mantuvo en el lugar, evitando poder moverme.

— Tú no sueles hablar así.

— Ah, ya veo. De todo lo que te he contado quieres hablar sobre esto? Takemichi tú tampoco eres el mismo. No podemos seguir siendo los mismos, no después de nuestro pasado y del futuro que queremos cambiar.

Takemichi soltó su agarre, su mirada se perdió entre las sabanas que le tapaban, ahí supe que estaba pasando por mi mismo proceso para aceptar lo que había sucedido.

— Voy a seguir intentándolo Takemichi, con o sin tu ayuda. — Sabía que él seguiría testarudo, más en su situación. Así que, sin esperar respuesta, me fui de la sala.

— ¿Ya te vas? — La voz de Hina se hizo presente en el pasillo, dirigiéndose al mismo sitio del que yo estaba saliendo.

— Si, ya hemos hablado. Por cierto Hina, ¿sabes donde puedo encontrar a tu hermano?

— Pues debe estar en casa... No me digas que aún no os habéis intercambiado los números de teléfono. — Demandó Hina y sin esperar más empezó a sacar su teléfono. — Toma. — Dijo tras hacerme apuntar su número y a sucesivamente me guiñó un ojo, despidiendose más tarde.

Algo me dice que está entendiendo mal las cosas.

𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐁𝐄 | 𝖳𝗈𝗄𝗒𝗈 𝖱𝖾𝗏𝖾𝗇𝗀𝖾𝗋𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora