— Gracias por venir Kat. —
— No es nada, ¿Ha pasado algo? —
Mitsuya negó con la cabeza mientras se paseaba por el club de manualidades en busca de algo.
— Esto es para ti. — Sonrió mientras sostenía lo que parecía un uniforme de la Touman.
Me quedé un rato observándolo, pasando mi vista de Mitsuya hacia el uniforme repetidas veces. — ¿Se lo doy a Takemichi? Hace poco nos hemos cruzado junto a Peh-Yan, ¿Se le ha olvidado aquí? —
Takashi me dio un leve golpe en la frente con su dedo índice, del cual solté un quejido aunque no sentí dolor alguno. — Boba esto es para ti, te lo acabo de decir, toma. — Agarré el uniforme aún sin poder creerlo.
— Te lo quería dar Mikey personalmente pero cree que no le quieres ver, así que prefiere darte tu tiempo. —
Es cierto, Mikey había venido repetidas veces a mi casa pero en ninguna de las veces accedí a verle. No quería que él me viera de esa manera, destrozada. He intentado mantemerme fuerte por Jiro, ser su pilar para que se sostenga, apoyarlo las veces que fuesen necesarias; No podía dejar que me viera derrumbada, él solo debía ver mi lado más alegre, ¿Cómo se mantendría fuerte por el contrario?
— No debiste gastar tu tiempo en esto. —
— ¿Estás bromeando? Además, ese uniforme lleva hecho tiempo, debes probartelo para ver si te va bien o necesita ajustes. —
— ¿Qué? — Fue la respuesta inmediata que tuvo.
— Cuando hice los primeros uniformes, Baji me dijo que tú también debias tener el tuyo propio y a mi me pareció buena idea. — Empezaba a procesar mal las cosas, he estado evitando que Mikey me viera llorar, no voy a llorar en frente de Mitsuya ahora. — Tuve que volver a hacerlo cuando Baji vio que te hice uno con falda, dijo que eras una igual y que por lo tanto debía ser el mismo uniforme también para ti. —
Me sequé una lágrima evitando que cayera mientras sonreía recordando como era Baji.
— Ya debes saber el resto. A Mikey no le pareció bien, hasta ahora. Me pidió que lo buscara para dártelo él mismo. — Continuó hablando Takashi.
— Gracias Mits. — Apreté el uniforme más a mi pecho, sin dejar de sonreír. — Gracias Baji. — Susurré lo último.
Mitsuya me revolvió el pelo sonriente. — Y que no se te olvide venir a la reunión de mañana, yo te llevaré. —
Aprovecharía ese día para hablar con Manjiro, necesito ser sincera con él.
