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Me bajé de la moto, quitándome el casco para dejarlo en la misma. Mikey comenzó a caminar sin siquiera esperarme, así que lo seguí en silencio al igual que lo estaba él. Era de noche, apenas había ruido, lo que resultaba relajante. Jiro apartó su mano en cuanto intenté agarrarla, señalándome al frente, "es allí". Seguimos caminando hasta llegar al lugar, el mismo al que me llevó en nuestro aniversario.

— Qué romántico, creí que habíamos acordado una fecha de aniversario...

— Deberíamos terminar nuestra relación. — Su voz era firme pero serena al mismo tiempo, se encontraba unos pasos delante mía y su vista se dirigía al paisaje nocturno.

Mis manos empezaron a temblar, sentía una mala sensación en el cuerpo, sin embargo, él se veía tan tranquilo. — Yo no quiero terminar lo nuestro. —

— Pero yo sí. — Dijo Mikey mientras se giraba a verme. — Ya no siento nada por ti Katana. —

No pude aguantar más las lágrimas, "¿Qué?" es lo único que podía decir, estábamos bien, yo creía que estábamos bien.

— Llevo tiempo así pero no sabía como decírtelo. —

— No te creo. — Esa fue la primera etapa; Negación.

— Eso no importa, los sentimientos funcionan así. Cada día contigo era una obligación para mi, debí darme cuenta antes. — Su expresión cambió a una más seria y su tono de voz también. — No eres el centro del mundo, no todo tiene que ser como tú quieres, tú no decides por mi. Eres una chica terca, impulsiva, egoísta y caprichosa. No necesito a alguien como tú a mi lado. — Dejó soltar todo y cogió aire para tranquilizarse.

— Lo sient...

Mi mano se estampó en su cara, dejando la marca en ella.

— Que recuerdos. —

— Te los voy a refrescar. — Mi puño lo golpeó haciéndole retroceder. — Es cierto, no le pegas a las chicas, entonces voy a destrozar al invencible Mikey. —

Y así fue como le di golpe tras golpe hasta acabar cansada, mientras él no hacía nada para defenderse.

Supongo que esa fue la segunda etapa; Ira.

Después de ese día llegué a pensar en que él tenía razón, era lo que merecía y alguien como Mikey debía estar con una chica tan buena como él. Pensar en como pude cambiar las cosas, si no hubiese sido tan insistente posiblemente seguiríamos juntos. Esos pensamientos me invadían y me hacían sentir mal. La tercera etapa; Negociación.

Me volví a encerrar, apenas comía y no salía, de nuevo preocupé a mi padre y mis amigos. Al igual que hice con la perdida de Baji. La cuarta etapa; Depresión.

Ahí es cuando toca aceptar la realidad. La quinta etapa; Aceptación.

Esas fueron mis cinco etapas del duelo.

Siempre fui pésima para la última. ¿Aceptar la realidad? ¿Con un final que no es el que quería? Eso no va conmigo, al final Mikey tenía razón, soy algo caprichosa.

Voy a conseguir lo que me proponga, y lo que me propongo es cambiar mi realidad.

𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐁𝐄 | 𝖳𝗈𝗄𝗒𝗈 𝖱𝖾𝗏𝖾𝗇𝗀𝖾𝗋𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora