Son Gine es perteneciente a la poderosa raza guerrera llamados saiyajin. Siendo en el futuro la última hija de Goku y Milk, pierde a su padre cuando tan solo era una bebé, sin embargo, en el presente es una niña fuerte y con una vida raramente perfe...
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Llegó a Corporación Cápsula, no pudo ir a su casa por la diversas heridas y golpes que traía en su cuerpo, abrió la puerta y observó a Bulma lavando algunos platos y a los otros dos saiyajin con expresiones serias.
Los tres se voltearon para ver a la chica, analizaron como estaba. Con algunas partes de su ropa rota y sucia, heridas, moretones y un brazo más caído, como si estuviera fracturado.
Gine busco la mirada de su hermano y negó repetidas veces, no quería aceptar que su madre ya no estaba con ella. Gohan se levantó y la abrazó, fue ahí cuando Gine cayó de rodillas junto a su hermano mientras sollozaba y musitaba palabras inentendibles para los demás.
Trunks y Bulma miraban con tristeza y pena a la menor, nunca la habían visto llorar de esa forma.
—Ya está Gine, deja salir todo – hablaba Gohan mientras acariciaba el cabello de su única hermana.
Una vez que ya no podía llorar más, levantó su mirada a la de su hermano —Go-gohan, mamá-.
—Sí, ya lo sé – dijo al ver que le costaba pronunciar aquello.
[...]
La chica se había calmado. Bulma había ayudado a curar y vendar las heridas que tenía. Sobre todo su brazo, que no podría usar en varias semanas.
Salió del lugar, diciéndole a su hermano que necesitaba estar un tiempo a solas y respirar, a lo cual su hermano entendió a la perfección. Se sentó al borde de uno de los pocos edificios que seguían en pie cerca de Corporación Cápsula.
Si la pelinegra era buena en algo, era en saber mantener la cabeza fría, pensar bien y poner sus sentimientos en orden. Vio el triste paisaje y suspiró. Ella no podía seguir llorando, tenía que volverse más fuerte para que toda esa pesadilla acabase. El sentimiento de no poder proteger a los demás, sobre todo a su madre, era algo que la carcomía por dentro. Se sentía inútil al no poder hacer nada.
—Deja de pensar que fue tu culpa, porque no lo es – escuchó la voz de Trunks detrás de ella.
—¿Que harías tú si matarán a tu madre y no pudieras hacer nada porque no eres fuerte como deberías serlo? – preguntó, mientras seguía con la mirada al muchacho sentarse a su lado.
—Aún así no es tu culpa, Gine. Hiciste lo que pudiste en ese momento - dijo con una voz tranquilizadora tratando de evadir la pregunta —. No sabías que iban atacar esa ciudad.
Se quedaron en silencio mirando hacia el horizonte, viendo cómo se ocultaba el sol —Trunks... – dijo para llamar su atención.
—¿Uhm? – hizo un sonido.
—Al fin me transformé en súper saiyajin – habló sin apartar su mirada del atardecer.
—Siempre un paso adelante de mí, ¿verdad?
】【
La peli-azul y la adolescente estaban tomando una taza de té, esperando a que los dos saiyajin regresarán con unas partes que le faltaban a Bulma para terminar la máquina del tiempo.
Fue entonces cuando la chica sintió el ki de Trunks acercarse a gran velocidad y un ki muy débil, a los segundo el chico entró con un Gohan herido y ensangrentado.
—¡¿Qué le paso?! – cuestionó con angustia al ver a su hermano en ese estado.
—Go-gohan me protegió para que no me pasara nada – dijo con desesperación y culpabilidad.
—Rápido, ponlo en la camilla – ordenó Bulma.
Afortunadamente, Gohan fue atendido a tiempo, pero una de las cosas que fue gran impacto para el mayor, fue el hecho de perder un brazo. Sin embargo, eso no le dificultaba pelear y ser alguien capaz de enfrentar a sus enemigos.
Habían pasado varias semanas desde todo lo sucedido. Gine ya estaba totalmente recuperada del brazo y ya podía volver a entrenar junto a su amigo y hermano.
Después de uno de los entrenamientos, se dispusieron a descansar en una pequeña montaña. A lo lejos se pudo ver unas explosiones que, sin duda, eran ocasionadas por los dos androides.
Sin rechistar se dirigieron hacia el lugar y empezó una batalla. Encargándose los dos adolescentes de la rubia y Gohan del hermano gemelo de esta. A No.18 no le costó mucho deshacerse de los chiquillos y dejarlos inconscientes de unos cuantos golpes.
Cuando Gine comenzó a cobrar conciencia, sintió varias gotas frías caer en su rostro. Se volteó, quedando boca abajo. Con la vista nublosa, miró lentamente hacia su alrededor. Todo estaba destruido, señalando claramente que una pelea había sucedido en aquel lugar. Confundida, se levantó con dolor y giró hacia todos lados, buscando algún rastro de su hermano y de su compañero. Unos segundos después, pudo localizar a Trunks al sentir como el ki de este se elevaba impresionantemente.
Rápidamente –o la más rápido que le permitieron sus heridas moverse– se acercó hasta el lugar donde provenía el ki de su compañero. Ya desde lejos, pudo ver a Trunks llorando frente al cuerpo de su hermano. El mundo de Son Gine se detuvo por un momento. Temiendo lo peor, y casi resbalandose por el piso mojado, se acercó y cayó también frente al cuerpo pálido de Gohan. Con el corazón en la boca, tomó la muñeca de su hermano y puso dos dedos, buscando algún pulso que le indicara que no era lo que se le cruzaba en su cabeza.
Al no sentir nada, soltó el brazo de su hermano y se cubrió la boca, dejando escapar sollozos y lágrimas, esto último no se apreciaba por la lluvia.
Colocó su mano sobre la fria piel y le acarició la mejilla, con manos temblorosas cerró los ojos de su hermano. No pudo hacer nada, ya era tarde...
