Una Guerrera - Son Gine

33: "¿Gohan esta vivo?"

– Bien, ¡Trunks, Goten. Ustedes intentenlo! – ordenó Goku.

– ¡Sí!

– Oye Goku. – llamó Piccolo para que le preste atención – Me dijiste que si Vegeta estuviera vivo, usarían esta técnica para derrotar a Majin Boo..., pero seré sincero contigo, yo creo que Vegeta jamás se hubiera prestado para hacer esta técnica.

– ¿Eh? ¿Por qué lo dices? ¿Por qué estás seguro de eso?

Realmente Goku no se había dado cuenta de cuan ridículo se veían esas posiciones para hacer la fusión.

– No, por nada.

– ¡Oiga señor! – gritó el peli-lila – ¡¿Así se hace?! – alzó la voz, porque estaban un poco alejados.

– Así esta bien. – miró a su hijo – Oye Goten, debes subir tus brazos un poco más, fíjate en Trunks. – el menor hizo caso y copio la posición de su amigo – Bien, ahora caminen los pasos. – ambos se acercaron y otra vez fue un fiasco. – Cielos, mejor tomemos un descanso.

...

– Fu... – ambos se acercaron – sión – hicieron la pose con los brazos – ¡Ha! – unieron sus dedos.

– Sí, muy bien, eso se ve mucho mejor niños. Sigan practicando, tienen que perfeccionarlo.

Mientras su hermano y amigo practicaban, Gine, trataba de resolver un pequeño problema que tenía con sus poderes.

– Señor Piccolo – le jalo de la capa.

– ¿Uhm? ¿Qué sucede Gine?

– Tengo un problema – el mayor alzó una ceja – No puedo elevar mi ki, es como si no tuviera energía.

– Te acabas de recuperar, debe ser un proceso.

Algo no estaba bien y Gine podía percibirlo, no era normal que no pudiera elevar su ki y que no tenga energía.

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Hubieron muchos intentos fallidos. Y cada vez le quedaba menos tiempo a Goku en la Tierra, era una situación crítica.

– No, les falta practicar mucho, les falta... sincronizacion.

– Goten, ¿Te diviertes con este entrenamiento tan raro? – le murmuró a su amigo.

– Para nada. – respondió negando con la cabeza.

– ¡Oigan! ¡Háganlo más rápido! – ordenó en voz alta el saiyajin.

– ¡Sí! ¡A la orden! – gritaron al unísono.

Gine estaba sentada al costado de su papá con la piernas cruzadas, mientras se carcajeaba por lo ridículo que se veían los otros dos menores.

Trunks vio de reojo a Gine, y ella le dedicó una sonrisa sincera e inocente, haciendo que las mejillas del peli-lila adquirieran un color rosa muy leve y desvíe la mirada.

– ¡Vamos! Hay que hacerlo una vez más, estiren sus brazos ¡Comiencen! – empezó a contar los pasos, pero en transcurso Trunks y Goten se detuvieron – ¿Qué pasa? ¿Qué sucede?

– Señor, esta técnica se ve muy ridícula. – dijo Trunks.

– ¿Eh? ¿Qué se ve ridícula? ¿Eso crees? – al ver la expresión de ambos comprendió un poco – Pero esta técnica es realmente sorprendente, porque los seres que me la enseñaron se pueden convertir en unos guerreros muy poderosos.