Dragon Ball Super: Capitulo 53

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"Shenlong"

– ¡¿Qué?! ¿Habla de mi? – dijo sorprendido Oolong al ver que todos lo miraban.

– Eres el único cerdo de color rosa, eso no lo puedes negar. – habló Yamcha.

– Y, ¿Por qué y-yo? – todos los que se encontraban a su alrededor se empezaron alejar de él – N-no amigos esperen.

– De casualidad, ¿Eres de la misma especie del cerdo que no quiso compartir conmigo su pudin?

– ¡Claro que no! E-es una coincidencia que los dos seamos de color rosa y estemos gorditos.

– Te daré una oportunidad.

– ¿Una oportunidad?

– Así es. Imagino que puedes jugar piedra, papel y tijera.

– ¿Piedra, papel y tijeras? ¿Te refieres al juego? – inquirió Goten.

– Sí, a ese me refiero. Si el cerdo de color rosa gana el piedra, papel y tijeras, me iré a casa. Pero si yo gano tendré que destruir la Tierra. Muy bien, mi parte más generosa les está ofreciendo una oportunidad, empecemos antes de que me arrepienta.

– Sí estoy soñando que alguien me despierte. – suplicó Oolong.

– Por mi no hay problema, si no lo quieres hacer, solo destruiré todo en este instante.

Todos comenzaron a darle apoyo moral a Oolong. Este se subió al escenario con empujones por parte de los demás.

– Piedra, papel o tijeras. – dijeron al unísono. Quedando Bills con tijeras y Oolong con los ojos cerrados haciendo lo mismo.

– Fue empate. – comentó Yamcha. A lo que el cerdo abrió los ojos.

– Estuvo cerca. – dijo con alivio.

– El Dios de la Destrucción y un cerdo, ¿Quedaron empatados? – murmuró Bills para si mismo – Tardaste mucho al hacer ese movimiento.

– No no no no, eso no es verdad.

– ¿Estas seguro?

– Para empezar, si me hubiera tardado no hubiéramos quedado empatados.

– Creo que tienes razón. Entonces haremos otra ronda.

– Piedra, papel o tijeras. – volvieron a decir. Nuevamente ambos quedaron en empate.

– Porcino testarudo. Ah, esto es muy fastidioso. Utilizaré eso – empezó hacer movimientos con sus manos. Oolong también comenzó hacer algún movimiento, pero no tenía ni la menor idea de lo que hacía.

– Piedra, papel o tijeras.  – el Dios quedó con piedra y el de piel rosa con tijeras, perdiendo este último.

El Dios de elevó y formó una enorme esfera de color morado en su dedo, con su asistente detrás ya con la comida lista.

Gine fue directo al costado de su madre para abrazarla, luego su hermano mellizo se unió. Esperando los tres la destrucción de la Tierra.

Una Guerrera - Son Gine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora