Son Gine es perteneciente a la poderosa raza guerrera llamados saiyajin. Siendo en el futuro la última hija de Goku y Milk, pierde a su padre cuando tan solo era una bebé, sin embargo, en el presente es una niña fuerte y con una vida raramente perfe...
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3 años desde que la pelinegra había pasado la estapa más triste y amarga de su vida. Despedir a su hermano y a su mamá, fue algo que trataba de lidiar hasta el día de hoy, pero con la ayuda de su amigo le resultó un poco más fácil.
A raíz de esos lamentables acontecimientos, Bulma le ofreció a Gine que viviera con ellos, cosa que Gine no se negó. La condición es que ayudara a terminar la máquina que les daba una esperanza a su mundo.
Ya que ambos jóvenes habían conseguido alcanzar por un periodo de tiempo la fase súper saiyajin, comenzaron a entrenar arduamente para derrotar a los androides que hacían sus vidas miserables. Hasta que, finalmente, lograron dominar a la perfección.
Ambas mujeres se encontraban escuchando música mientras le daban los últimos arreglos a la dichosa máquina del tiempo. La pelinegra volteó al ver a Trunks entrar por la puerta con una caja de cartón sobre su hombro.
—Ya regresé, afortunadamente el día de hoy conseguí muchos víveres – dijo el peli-lila.
—Que bueno que llegaste Trunks – habló Gine con una sonrisa y un peculiar brillo en sus ojos que solo aparecía cuando el saiyajin de cabellos lavanda estaba a su alrededor.
—Mira – habló Bulma —, la energía de la máquina del tiempo se ha cargado. Ahora podrán regresar 20 años al pasado sin ningún imprevisto.
—Mamá, ahora que he incrementado mis poderes, tengo la confianza de que podré derrotar a los androides – dijo muy seguro de sí mismo.
—No Trunks, es verdad que ambos se han vuelto muy fuertes, pero no olviden que hace tres años mataron a Gohan teniendo la misma fuerza que ustedes.
Aquel comentario fue como un balde de agua fría sobre la de ojos oscuros. El tema sobre la muerte de Gohan había sido evadido tantas veces y, aunque con ayuda de su amigo superar su pérdida fue más facil, no dejaba de ser algo doloroso.
—Desde ese momento entrené mucho – miró a su compañera —. Bueno, entrenamos. Te aseguro que estamos listos para vencerlos.
"—Interrumpimos este programa para informar que los androides están atacando la capital del Oeste, les pedimos que si están cerca del impacto evacuen y resguarden lo más rápido posible" – salió la voz de la radio en la hace unos momentos salía música.
—Está muy cerca de aquí. Regresaré pronto, les demostraré que puedo derrotarlos.
—¡Trunks detente, no vayas! – la advertencia de Gine no sirvió de nada, de todas forma, ya se había ido volando —. Demonios, ya se fue. No te preocupes Bulma, yo lo traeré – dijo para tranquilizar a la peli-azul y salir volando detrás de su compañero.
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—Malditos esta vez no les perdonaré, vengaré la muerte de Gohan – dijo al aterrizar frente a los androides.
