Dragon Ball: Capítulo 08

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"Optimistas"

Todos miraban con mucha atención a la batalla que se estaba dando

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Todos miraban con mucha atención a la batalla que se estaba dando. El namekiano mencionó algo que los demás no se habían percatado, era que la androide iba acabar con el saiyajin, pues este estaba agotando su energía mientras que la rubia seguía intacta y su poder no había disminuido.

Gine sólo rezaba para que su padre viniera ayudarlos pronto.

No.18 le dobló el brazo izquierdo al saiyajin, haciendo que suelte un grito desgarrador. Cuando la pelinegra de dio cuenta, Trunks ya había salido volando a ayudar a su padre con la espada en manos.

Al acercarse trató de atacarla, pero ella solo se cubrió con su antebrazo, haciendo que la parte de la espada que recibió el impacto se rompiera. Su gemelo se acercó al ver que habían roto la regla y lo golpeó por la espalda, ocasionando que el peli-lila cayera al piso.

Todos se acercaron al lugar de la pelea, a excepción de Krilin, que se había quedado paralizado por el poder de los androides. Gine se convirtió en súper saiyajin y trató de darle un golpe con su puño al azabache, pero este lo esquivó y con su codo golpeó su espalda. Cuando se levantó, volvió a tratar de golpearlo, pero esta vez a la rubia, empezando la pelea, aunque ella solo era esquivada y bloqueada. No.18 se cansó y con un golpe bastante eficaz la devolvió al piso e hizo que perdiera la transformación dorada.

[...]

La saiyajin se levantó con ayuda de su compañero, luego, este reviso la parte rota de su espada y la guardó en su estuche que se encontraba en su espalda.

Luego de que se aseguraran de que todos se encontraban bien. Krilin les contó que los androides ya sabían de la existencia de las semillas del ermitaño, las cuales curaban cualquier herida y daban energía. Lo más extraño era que aquellos robots habían decidido dejarlos con vida en vez de matarlos.

Vegeta solo ignoró todo y salió volando de ese lugar.

—¡Trunks no lo sigas! ¡Detente! – le gritó y por primera vez le hizo caso a sus advertencias.

—Déjalo que se vaya – intervino Piccolo —. Cuando se convirtió en súper saiyajin había recuperado su confianza y su orgullo como guerrero, pero esos androides, especialmente la mujer, le dieron una paliza demostrándole que no era el mejor. Te aseguro que está realmente conmocionado.

—Lo que no puedo creer es que aunque nosotros nos opusimos, no pudimos contra ellos – dijo cabizbajo Ten Shin Han.

—Discúlpenme – habló Krilin —, pero con solo verlos mis piernas se paralizaron y desgraciadamente ya no pude pelear.

—No te preocupes, hasta nosotros nos convertimos en súper saiyajin y fuimos derribados de unos cuantos golpes, ellos son muy fuertes – Gine trató de hacerlo sentir mejor.

Una Guerrera - Son Gine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora