Dragon Ball Super: Capítulo 67

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"De regreso al presente"

– Este es el último problema, ¿Cuánto es 1000 - 900 × 0.5? ¿Cuál es tu respuesta, Trunks? – preguntó su profesora que le daba clases particulares en casa.

El saiyajin miraba con confusión la ecuación, realmente las matemáticas no eran algo de su agrado. Murmurando comenzó a escribir en el papel que tenia en frente – ¿Cómo lo resuelvo? No entiendo.

– No, eso está mal. – comentó Pilaf mientras veía como el saiyajin resolvía – Primero haces la multiplicación, debes multiplicarlo.

– ¿Multiplicarlo?

Luego de una extensa explicación muy confusa por parte de Pilaf y justo cuando la maestra dio la hora de almuerzo, alguien abrió la puerta.

– ¿Gine? ¿Qué haces aquí? – preguntó el peli-lila.

– Hola, vine a buscar a tu mamá, pero no la encontré. – dijo rascándose la cabeza.

– ¿Mi mamá? Creo que salió a buscar algunas piezas que le faltaban para su invento, ¿Para qué la buscas?

– Es que se me acabó la medicina y mi mamá me dijo que la señora Bulma había creado más. – dijo mostrando la pequeña caja con botellas vacías – El entrenamiento del señor Piccolo es muy exigente y me consume demasiada energía. – explicó. Al ver que no había nada que hacer, decidió retirarse – Entonces volveré dentro de un rato.

– ¡No! – exclamó sin pensarlo muy bien – D-digo, espera, si quieres puedes quedarte, estábamos por ir almorzar, ¿quieres acompañarnos?

– Sí, por supuesto. – sonrió con dulzura.

[...]

– ¿Uhm? – musitaron ambos al sentir algo.

– Jovencitos, ¿Ocurre algo malo? – preguntó su maestra al ver que ambos miraban en una misma dirección.

– No... – contestó Trunks dudoso. Gine frunció el ceño ante el presentimiento.

Algo muy extraño empezó a formarse en el cielo, segundos después apareció una máquina de color amarillo con la insignia de la Corporación Cápsula.

Gine y Trunks, sin dudarlo, fueron volando hacia la máquina y al asomarse, pudieron identificar a un chico y a una chica que parecían estar incosientes.

– ¡Hay dos personas adentro! – exclamó Gine.

– ¡¿Cómo?! – Dijo la pandilla de Pilaf.

– ¡Tengan cuidado! ¡Pueden ser  extraterrestres! – advirtió Pilaf.

– ¿No sería mejor avisarle al señor Vegeta? – sugirió Mai.

– ¡Claro que no! Yo y Gine podemos con unos simples extraterrestres.

– Fíjense bien, dice Corporación Cápsula al costado de esa cosa. – señaló la profesora.

– Tiene razón. – dijo Gine al ver el emblema.

– Pero no creo que tengamos un artefacto de este tipo, ¡Que alguien llame a mi mamá!

Una Guerrera - Son Gine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora