Una Guerrera - Son Gine

25: "Un nuevo enemigo"

Nota antes de empezar:

He decidido hacer las batallas, pero la de Dabura y cuando están en esa nave bajo tierra y pelean contra los soldados de Babidi, no la voy hacer, porque no es una de mis peleas favorita que digamos.

Como dije en un principio, Gine no va a pelear por algo que ya tengo preparado.

Solo era eso, disfruten del capitulo...

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Gine fue ha buscar a Goten y Trunks. Una vez que los encontró, se pusieron en lo más alto de las gradas. La gente abucheaba al presentador por decir que suspenderian los combates.

– ¿La van a suspender? – preguntó Gine, pero más para si misma.

– Que mala suerte y yo que quería pelear. – Escuchó la voz de su hermano bajo aquel disfraz.

– Su hermano fue el que tuvo la culpa, dejó que lo lastimaran esos hombres extraños. – reprochó el peli-lila.

– ¡Nuestro hermano no tuvo la culpa! – exclamó Goten.

– Sí no hubiera ocurrido eso, los combates continuarían.

A Gine no le estaba gustando como su amigo se estaba expresando de su hermano mayor. – No hables mal de mi hermano.

– Sí, toma. – el menor empezó a darle golpes a Trunks por debajo del disfraz, y este no se quedó atrás y también empezó hacer lo mismo.

Hasta que ambos cayeron por la baranda, golpeándose las cabezas. Gine se asomó para ver si se encontraban bien y no pudo contener su risa.

Hicieron mucho ruido, por lo que la gente que estaba al rededor volteó a ver que era lo que sucedía. Uno de los organizadores se acercó para ver como se encontraba.

– ¿Se encuentra bien señor Maghty Mask? ¿Puedo ayudarlo? – Trunks y Goten se levantaron y se negaron.

Gine no paraba de reírse a carcajadas, obteniendo así una mirada de fastidio de parte de Trunks, por lo cual se tuvo que cubrir la boca.

– Sí, estoy bien. – Goten empezó a caminar, pero se chocaba con las paredes y le echaba la culpa de lo ocurrido .

Por otro lado, Milk pareció recordar a sus dos menores hijos, que no los había visto desde los combates de la sección infantil. Pero la realidad es que los tres pequeños estaban divagando por las instalaciones.

– Oye Trunks. – dijo debajo de aquel disfraz.

– ¿Qué sucede?

– Tengo mucha sed, vamos a descansar.

– Sí, yo también estoy cansada. – apoyó Gine.

– Tienen razón, es muy cansado actuar como una persona adulta. Busquemos un lugar.

Así los tres se fueron corriendo por los pasadizos, hasta que encontraron un lugar perfecto en donde no había nadie y se podía descansar a gusto. Trunks se sacó la máscara y suspiro.

– ¡Trunks ya bájate que pesas! – exclamó con fastidio el menor.

– ¡Hay! ¿Qué no te puedes esperar? No te desesperes.