Son Gine es perteneciente a la poderosa raza guerrera llamados saiyajin. Siendo en el futuro la última hija de Goku y Milk, pierde a su padre cuando tan solo era una bebé, sin embargo, en el presente es una niña fuerte y con una vida raramente perfe...
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Aterrizaron en la pequeña isla con una casa rosa de dos plantas. Gohan entró gritando que ya habían llegado.
Cuando entraron todos estaban viendo muy atentos la televisión —¿Qué sucede? – preguntó Gine, haciendo llamar la atención de los presentes.
—Oigan, miren las noticias y dígannos que es lo que sucede – dijo Krilin.
—¿Las noticias? – preguntó Gohan.
Se acercaron hasta aquel artefacto y se podía ver las imágenes de una ciudad vacía, sin embargo, se escuchaban gritos de auxilio de personas y varios disparos. De un momento a otro, los sonidos se dejaron de escuchar y la imagen se fue de aquel canal, a lo que el de cicatrices ordenó cambiar de canal para ver que sucedía.
En el otro canal se veía el ángulo de una cámara tirada y las calles vacías, pero se escuchaban gritos de personas pidiendo ayuda. Los gritos cesaron y quedó un silencio sepulcral.
—Entonces el causante de esto ¿fue el monstruo que salió de esa coraza? – preguntó Krilin.
—Sí, tal vez fue esa criatura – comentó compañero de la azabache —. El lugar está muy cerca.
—Por cierto es usted una muy linda señorita – dijo el anciano queriéndose acercar a Gine.
Trunks, que estaba detrás de ella, cambió su expresión a su mirada amenazadora que heredó de su padre, haciendo que el anciano retrocediera.
—Maestro Roshi, le recomiendo que no se meta con ella, es la hija de Goku – recomendó Krilin.
—¡¿Qué?! ¡¿La hija de Goku?! – exclamó muy sorprendido.
—Así es, ella es la futura hija de Goku, pero ya crecida – explicó Yamcha.
—Creo que iré a investigar por mi cuenta – interrumpió Trunks.
—Yo iré contigo – habló Gine.
—No, tú te quedas aquí, es peligroso que vayas – sugirió Trunks.
—Si es tan peligroso como dices, es mejor que vayamos juntos – dijo con mucho entusiasmo.
—Gine, le prometí a tu hermano que te protegería y eso es lo que pienso hacer, hazme caso por una vez.
—Claro, como tú siempre me haces caso – dijo sarcástica y rodó los ojos.
—Quédate, no tardaré – ignoró su comentario.
—Yo iré – habló el menor.
—No Gohan, no irás – le regaño su madre —. Goku está durmiendo y sigue enfermo. ¿Por qué no puedes comportarte como un buen niño?
—Pero mamá, yo debo ir porque mi papá está enfermo.
—¡Dije que no irás! Aunque el espacio se destruya por completo, tendrás que estar aquí.
