Dragon Ball Super: Capítulo 79

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"Demuéstrame"

El mundo de Son Gine se vino abajo cuando un nuevo enemigo apareció amenazando nuevamente la vida en la Tierra.

Luego de la aparición de Goku Black, la relación y confidencia que había entre Trunks y Gine se redujo a casi nada. Principalmente por parte de la pelinegra.

Aparte de tener un miedo descomunal por perder a más gente cercana ella debido al trauma que pasó por toda su vida; el oír una conversación entre Mai y Trunks, hizo que diera por terminada su relación y se alejé de ellos por un buen tiempo. Creyendo que ella podría sola contra aquella amenaza.

Los meses pasaron. Obligatoriamente tuvo que reencontrarse con la terrícola, pues era una de las que lideraba un gran grupo de sobrevivientes; al darse cuenta que ella no era buena organizando un asentamiento humano, decidió buscar apoyo en Mai y hacer como si nada hubiera ocurrido.

Al hacer esto, la saiyajin pudo concentrarse mejor en su objetivo principal, el cual era acabar con la vida de aquel ser que utilizaba la imagen de su difunto padre.

Tras uno de los tantos enfrentamientos entre Trunks y Black, este último soltó un comentario sobre la saiyajin —el mensaje no era uno muy diplomático que digamos, era más sobre querer exterminar primero a la raza saiyajin— que al parecer se había enfrentado contra él.

Trunks al aliarse con Mai para proteger a la poca gente que vivía; escuchó rumores sobre Gine, el como ella los había protegido y enviado con la terrícola para que tengan un mejor lugar.

Al pasar esto, el peli-azul comenzó a convencer a Mai que le diga como localizar a Gine o la ubicación en la que se encontraba. Claramente no le dijo su verdadera intención. Reconciliarse con aquella chica. Más bien, le mintió diciendo que quería proponer un plan para acabar con Black. Y tras tantas insistencias, logró convencerla y que le revelara en donde estaba viviendo temporalmente la saiyajin.

Ya estando frente a la puerta, su seguridad comenzó a vacilar.

¿Tocaba la puerta o entraba de frente? Lo más probable es que Gine ya supiera que él se encontraba ahí por medio del ki. ¿Cómo reaccionaría la joven al verlo ahí?

Sin pensarlo más, giró la manija de la puerta y la abrió. Era una pequeña habitación que estaba casi a oscuras; había una mesa con dos silla que parecían estar en buen estado, un mueble viejo con unos seis cajones y una pequeña cama que estaba tendida con alguna sábana.

Pero Trunks no se fijó en eso. Se fijó en la saiyajin que estaba sentada en el muro de la ventana con la piernas pegadas a su pecho.

No la había visto hace meses, y gracias a eso rápidamente pudo ver en el mal estado que se encontraba. Sin duda Gine tenía un contextura no muy delgada, y el peli-azul jamás creyó que su compañera podría bajar tanto de peso. Evidentemente se equivocó.

Si bien no se podía apreciar bien por la vestimenta que traía puesta la de ojos oscuros, si se evidenciaba que sus brazos y piernas ya no estaban tan carnosas como él recordaba.

– La verdad es que pensé que me encontrarías más rápido. – la voz de Gine lo sacó se sus pensamientos – Veo que te tomaste tu tiempo.

La saiyajin se paró y votó un poco de colilla en un pequeño recipiente de vidrio que usaba como cenicero. Dio una última calada y lo apagó en este mismo.

– No sabía que fumabas.

Votó el humo suavemente hacia la dirección de la ventana. Antes de volver su vista hacia el peli-azul, se tomó unos segundos para pensar bien en cómo terminar ese encuentro lo más raudo posible.

Una Guerrera - Son Gine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora