[ 16] Necesitamos hablar

2.8K 366 161
                                    

—Y esto es lo que esta pasando —terminé por contarle a Sally, después de decirle todo lo que pasó el día de ayer en mi piso.

Todavía no podía asimilarlo, el hecho de que él me hubiese dicho que le gustaba como más que amiga, que podíamos intentarlo si así yo lo quería y que no era solo una cosa de atracción y ya.

Más de veinticuatro horas y yo seguía como una estúpida dándole vueltas y vueltas, sobre todo porque mi reacción no fue la mejor en ese momento: no le dije nada al respecto y lo besé, y eso se pudo interpretar de muchas formas que le dieran a él una respuesta positiva.

Y yo... yo no sabía.

¿Y por qué no sabía? Porque estaba muy confundida al respecto.

—No entiendo en que momento pasé a confundirme —solté en un suspiro y le di un mordisco a mi pretzel.

—Quizás deberías darle una oportunidad a Luka —murmuró Sally, sosteniendo el cono de su helado contra sus labios—, después de todo es el padre de tu bebé. No quiero ser la pesimista, pero ambas sabemos que tus chances y oportunidades de que Caleb vuelva a querer algo contigo son de menos cero

—Es que no creo que sea buena idea.

—¿Por qué no es tu tipo? —vaciló—, okay... ¿Te estas escuchando? Hace un momento me estabas contando de como volviste a enredarte con él no una si no dos veces entre la tarde del jueves y la mañana de ayer, y de como te sientes porque estas experimentado sensaciones raras con él ¿Y me estas diciendo que no crees que sea buena idea porque no es tu tipo?

—Exactamente si —confirmé.

—Max, no lo veas solo como el padre de tu bebé, mira a Luka como lo que es: un chico sensacional que te quiere muchísimo —mordió el cono de su barquilla, haciendo una pequeña pausa y dándome que pensar—, y que no sea porque te sientes obligada a hacerlo o algo.

—Yo nunca estaría con alguien de esa manera —aclaré—, que sea el padre del bebé si tendría que ver, pero no lo suficiente como para redimirme.

—Vale —Sally chasqueó.

Había salido, quedando de encontrarme con la ojimiel en el centro comercial del centro de la ciudad. Necesitaba distraerme y enfocarme en otra cosa que no fuese Luka, porque después de haber pasado más de veinticuatro horas con él a solas en mi piso, con mis hormonas más alborotadas que nunca y mis sentimientos viéndose cambiados de a poco, no estaba segura de que hacer con mi vida.

Luka era el chico más dulce y atento que había conocido en mi vida y eso era lo que me detenía para intentar ver que podía surgir entre nosotros dos. En el momento pensaba algo como: okay, dale, si algo sale mal ¿Qué importa? No te dolerá mucho, pero no podía pensar de esa manera porque en realidad si me dolería, él no era cualquiera después de todo.

Tenia el cuarto en lugar entre los hombres de mi vida, después de mi padre y mis hermanos.

Y estaba segura de que si algo salía mal, si no funcionaba, podría hundirnos y separarnos, crear una brecha que no quería o volver las cosas incomodas. O peor, quebrarnos, volvernos desconocidos.

Lo que menos quería en el mundo era que las cosas se volvieran raras entre él y yo, pero la manera en la que estaba sintiéndome respecto a él era tan confusa que me ponía entre la espada y la pared en si intentarlo o no.

—Max, mira esto —Sally, que había comenzado a ver la pantalla de su teléfono, me la enseñó y tardé un instante en observar lo que me mostraba.

Estaba en el perfil de Instagram de Luka.

—¿Qué cosa veo? —inquirí, subiendo mis ojos hacia ella. Sally bajó su mirada a su teléfono.

Padres Inexpertos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora