[11] Alek y Gabe

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Dejé salir un suspiro mirando hacia la ventanilla, los carros iban y venían por la autopista congestionada. Íbamos de camino al aeropuerto, pero había un atasco de este lado y el trafico estaba paralizado desde hacia unos minutos atrás. Luka me estaba acompañado para despedirme, mi vuelo salía a las nueve de la mañana y a las cuatro de la tarde tenia que estar reunido con los chicos y los de la disquera para el lanzamiento del álbum.

Para ese entonces yo estaría en un vuelo muy lejos, esto no era lo que había planeado ni lo que esperara a que pasara, pero... las cosas no siempre suceden como uno espera a que sean.

—Mi madre todavía no asimila la noticia de que será abuela —murmuró el rubio a mi derecha. Llevábamos varios minutos en silencio, pude sentir la mirada de Pol a través del retrovisor.

Mientras estábamos en el hospital antes de que me dieran el alta, Luka recibió una llamada de su madre. Lisset estaba molesta, más que molesta, fúrica por la irresponsabilidad y el descuido diciendo que ella no lo había criado para ser así, pero al mismo tiempo se encontró emocionada y nos felicitó.

Teníamos el apoyo de mis padres, de los suyos que eran como tíos para mí, pero yo sabia que muy dentro de ellos todos estaban un poco decepcionados y no lo iban a admitir para no herirnos.

Lo sabía porque si yo estaba decepcionada de mí misma ¿por qué no lo estarían ellos?

Volteé a mirar a Luka y fruncí mi ceño, lo encontré desanimado, quizás un poco triste e incluso preocupado. Él siempre había sido demasiado transparente con sus emociones, aunque intentara no serlo, y yo me consideraba la única persona que lo conocía tan bien que sabía cuando algo le estaba molestando o desanimando, el problema era descifrar que era ese algo.

—¿Qué sucede, Lu? —curioseé, estirando mi mano para pellizcar su mejilla y hacer cambiarle esa expresión—, ¿Por qué te cargas esa cara larga?

—Joe me ha pedido que no use mis redes sociales por un tiempo hasta que las aguas se calmen, incluso mencionó que debería cerrarlas temporalmente o dejar que alguien más se encargue de manejarlas —dejó salir un suspiro, afligido y se pasó una mano por el mentón—, no quiero, son mis redes.

—Eso no es justo —musité.

Me dio una punzada dolorosa en el lado izquierdo de la cabeza y me llevé una mano hasta allí, sintiendo el palpitar latente de la punzada, cerré los ojos como si eso fuese a hacer que el dolor desapareciese.

—¿Te sientes bien? —escuché a Luka preguntarme y sentí su mano apoyándose en mi espalda.

—Si, es solo que me duele la cabeza. Ya se me va a pasar.

—¿Segura?

Esperé unos cuantos segundos más y asentí con la cabeza, la punzada disminuyó pero siguió latente, abrí los ojos y lo encontré observándome. Le aseguré que todo estaba bien y terminó pasando uno de sus brazos por encima de mis hombros y acercándome a él. El trafico comenzó poco a poco a tomar movida.

—¿Crees que será niña o niño? —después de unos minutos en silencio, su pregunta me tomó desprevenida y me giré a mirarlo como si estuviera resolviendo un problema matemático.

Todo lo que dije fue:

—¿Eh?

—El bebé, Maxie. ¿Niña o niño?

—No sé —me encogí de hombros. Tampoco me preocupaba saberlo.

—Imagínate que sea niño y que combine sus atuendos con los míos, super guay, pero si fuera niña seria mejor aun porque seria mi pequeña, aunque... ¿te imaginas que fueran gemelos como Rory y yo? ¡Más que guay!

Padres Inexpertos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora