[ 12] La petición de Alena.

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—Están anunciando las fechas por la página oficial de Lost Kingdom.

Dejé a un lado el manuscrito de una historia llamada Memories que debía entregar el reporte de evaluación y volteé a mirar a Lottie para curiosear con ella.

—¿Cuándo vienen a Australia? —cuestionó Sally, acercándose.

—Noviembre —respondió—, tienen fechas en todo el país, aquí en Sídney tendrán tres conciertos. Que increíble.

Jugué con el bolígrafo en mi mano y dejé salir un suspiro. Ya había escuchado el álbum anoche después de llegar de reunirme con mis hermanos, hoy estaban las chicas reunidas en mi apartamento: Lottie, Sally, Naya y una prima de Sally que había llegado de Essex.

Su nombre era Bella y parecía modelo de Victoria Secret's, rubia de ojos castaños y personalidad agradable, solo venia a pasar unos días con su familia. Era estudiante de medicina y nos habló de su novio Christian. Se integró rápidamente al grupo, como si fuese una más desde hace muchísimo tiempo.

—Tienen fechas en Canadá y Europa también —señaló Sally—, espera un momento... ¿eso es Japón? Siempre he querido ir a Japón.

—Tendrán en Europa como invitada especial a una chica llamada Shelly Rox para que apertura para ellos —murmuró la ojiazul del grupo y me incliné un poco hacia ella para curiosear mejor—, participó en un programa de talentos británico, quedo en segundo lugar, tiene cerca de quinientos mil seguidores en redes sociales, luce un poco punk, se tiñe el cabello de colores... uhm —escribió algo en el teclado y luego vi como aparecieron imágenes de la chica.

Lottie abrió una fotografía y la admiré: era linda, de cabello chocolate con las puntas teñidas de rosa, sus ojos eran oscuros y su contextura delgada. Su rostro era lindo y tenia una gran sonrisa. La fotografía era de ella caminando por una calle de Londres, atrás se podía admirar un teléfono típico de la ciudad británica.

—Uh, esto es interesante —pronunció.

Volteé a mirarla.

—¿Qué cosa?

—Caleb y ella han estado interactuando en twitter.

No quise sentirme molesta, celosa o triste al respecto, pero mentiría si digo que no experimenté la mezcla de esas tres emociones juntas.

—Vale, suficiente de los chicos por hoy —anunció Naya, incorporándose a nosotras—, hagamos algo, salgamos de aquí, no sé, vayamos de compras, pero dejemos de estar pendiente de ellos por un rato.

—Me parece una idea increíble —dije, con la sensación dolorosa escociendo en mi pecho.

¿Estaba celosa de eso? Si, aunque ya no tuviera razones para hacerlo porque Cal dejó en claro que había jodido todo lo que había entre nosotros, así que no debería andar por allí de dolida y sufriendo, sin embargo, no podía evitar sentir dolor y no podía apagarme las emociones.

—Entonces vayamos de compras —animó la prima de Sally.

Me sentí miserable.

Y probablemente me estaba haciendo ideas erróneas que no eran mi asunto sobre Caleb y esa chica.

No me concernía, pero eso no evitaba que me atormentara.

Nos largamos de mi apartamento rumbo al centro comercial después de unos minutos, usamos el auto de Lottie, un Mercedes blanco al que ella llamaba su bebé. Puso el álbum de los chicos en iTunes y lo reprodujo en el estéreo durante el camino, yo puse atención y cuidado en las canciones, porque no había tenido la oportunidad de escucharlo completo, solo adelantos que Luka me había dado y que siempre me dejaron queriendo más.

Padres Inexpertos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora