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En los siguientes dos días, Kitty no se contactó con ninguno, tampoco se presentó en el prostíbulo ni fue vista en las calles. Al parecer estaba atendiendo unos negocios en Bogotá, pues quería ampliar aún más sus redes. Había viajado junto con Gucci y Little Prince para cerrar varios tratos de una vez.

-Ni siquiera me ha llamado... -Suspiró Agust, sintiendo la tristeza de su lobo, quien deseaba pasar la temporada de apareamiento junto con su Omega.

Su aroma a chocolate amargo y menta estaba inundando todo el departamento. Tan solo faltaban un par de horas para que la luna roja se hiciera presente. Su cuerpo se sentía ansioso y su corazón latía con intensidad. Sin embargo, sabía que pronto llegaría Hope con las últimas instrucciones de la PS. Debía mantener la calma y ser objetivo.

—Al fin llegó el correo del X —avisó Hope al salir de su oficina—. Será mejor que lo leas por tu cuenta —dijo buscando su abrigo gris—. Tengo que irme de una vez.

Finalmente, lo encontró y se lo puso. Abrió la puerta y salió sin decir más. En ese momento, el Alfa no comprendía lo que pasaba. Sin embargo, las respuestas estaban en la laptop, al igual que las órdenes dirigidas para él.

Comunicado de emergencia para el equipo encargado de la misión CKG

La Policía Secreta les envía las siguientes instrucciones que deberán seguir con precisión:

1. El agente Hope debe regresar al centro de operaciones antes de que inicie la temporada de lobos. Por lo tanto, antes de que salga la luna, debe contactar con la testigo Brittany, ayudarla a empacar sus pertenencias más preciadas y traerla consigo. Aquí nos encargaremos de ella, ya que es una testigo protegida. Luego, las instrucciones para la captura de los criminales se entregarán en el edificio de la PS.

2. El agente Agust debe permanecer en el departamento hasta el día siguiente, cuando los efectos más intensos de la temporada hayan pasado. Sin embargo, durante la noche debe conseguir el horario de Kitty para el día posterior a la luna roja.

Confiamos plenamente en sus capacidades para conseguir información. Asimismo, es de nuestro conocimiento que Kitty es su destinada. Hope se encargó de informarlo. Por lo tanto, se le autoriza el uso de métodos no convencionales. Sin embargo, debe mantener presente que tiene hasta el mediodía de mañana para enviar la información.

Atentamente,
X

—Mierda... —susurró Agust.

Sin duda le tocaba el trabajo más complicado, pues Kitty no le había llamado hasta ahora. No obstante, sabía que tan solo era cuestión de tiempo. Después de todo, el destino había hecho de las suyas y los había unido.

Sin embargo, pasaron un par de horas y seguía sin obtener noticias de esa Omega. No le quedaba otra opción más que investigar de otra forma. Prendió la laptop, listo para buscar en la lista de vuelos Bogotá-Lima. Era la única forma de localizarla.

—¿Dónde estás? —se preguntó.

Sin duda sería una tarea dura. Era obvio que Kitty no daría ni su verdadero nombre ni su apodo. De hecho, era muy complicado salir del país en un vuelo común. Entonces, a Agust se le ocurrió otra idea: buscó la lista de vuelos privados. En estos no salía la lista de pasajeros, pero sabía que el único vuelo Bogotá-Lima del día sería el de su chica. Y justo acertó.

Aeropuerto de Lima: Jet privado llegado de Bogotá a las 5:30 pm.

—Acaba de llegar —susurró al chequear que su reloj marcaba las 5:55 pm.

De repente, unos golpes se escucharon. La puerta estaba siendo tocada, trayendo consigo un ligero aroma a chocolate blanco y mermelada de fresas. Era Kitty.

El corazón del Alfa se aceleró. Al fin su Omega había llegado para estar junto con él, para disfrutar a su lado la luz rojiza de la noche. Se sentía tan dichoso, como un niño pequeño, aunque lo que planeaba hacer no tenía nada de infantil. Quería sentir cada rincón de su piel y besarla sin dejar ni un espacio vacío. Quería hacerla suya una última vez y nunca borrarla de su memoria.

—Kitty... —dijo luego de abrir la puerta.

Su pareja lucía tan radiante como siempre. Su piel blanca relucía, su mirada penetrante lo retaba y sus esponjosos labios lo llamaban al pecado. Esa Omega lo volvía loco con su belleza, aunque no solo era eso, sino también su dulce y sensual personalidad.

Era como si hubiesen sido creados para encajar a la perfección. No eran tan opuestos ni tan similares, simplemente eran la combinación perfecta.

—Alfa... —susurró la pelirrosa con su voz cargada de lujuria.

El aroma de Agust la estaba torturando. Sentía una terrible necesidad de complacerlo y entregarse por completo, aunque sabía que no debía dar su corazón. Por algún motivo, aún desconfiaba. Tal vez, por las constantes advertencias de Gucci o por ese brillo de arrepentimiento en las pupilas de Agust, no estaba segura. Sin embargo, estaba dispuesta a disfrutar de aquella noche.

—Omega...

Y se fundieron en un fogoso beso, el cual dio pie a lo mejor que sentirían en mucho tiempo. Y, quién sabe, quizás lo último.

• CAZANDO A KITTY GARCÍA • Historia OriginalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora