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El irritante chillido de la misma coneja volvía a repetirse, como cada tarde. Nuevamente estaba siendo "interrogada", obligada a confesar todo lo que supiese de los planes de su aliada. No obstante, se negaba a colaborar, empeorando su situación.

—¿Por qué insistes tanto? Tan solo debes decirnos dónde está Kitty —le dijo Hope, sin apartar la vista de su iPad.

Si algo la Policía podía admirar, era la terquedad de la criminal. Eso la mantenía viva y cuerda, aunque en pésimas condiciones, pero viva al fin y al cabo.

—No es tan fácil, pedazo de basura —bufó la Omega, amargando su aroma a albahaca y aceite de oliva—. ¿Crees que entregaría a Kitty así como así? No, cariño, así no funcionan las cosas.

—Excelente —sentenció el Beta—. Entonces, no hay nada más que decir. Mañana mismo serás condenada a muerte. —Sonrió. —Espero que te gusten los hornos. Algunos gritan los primeros segundos, pero luego no sentirás nada.

Esas fueron sus últimas palabras antes de salir del interrogatorio. La dejó entre cuchillas ensangrentadas, máquinas para quemar el cerebro y medicinas para causar vómito. Estaba todo el set de tortura sobre el suelo, el cual se encontraba casi tan sucio como la misma Afrodita.

Su cabello rojo lucía grasoso y estaba cubierto de caspa y costras. Sin embargo, eso no era lo peor, sino sus brazos. Estos estaban envueltos con vendas, pues por debajo se encontraba el verdadero espectáculo. Cortes, sangre seca, piel quemada, pus y otras secreciones que ya ni tenían nombre eran ocultas por aquellas. No obstante, su estado deplorable no la derrotaba.

Ella sabía qué decir, qué hacer... No se dejaría matar tan fácilmente. No se dejaría vencer. “Todo por el poder”, se repetía, pero... ¿en serio lo valía?

...

—¡¿Por qué lo trajiste?! —exclamó Gucci poniéndose en frente de su esposa— Sácalo de aquí. No lo quiero cerca de mi Omega.

—No seas ridículo —le dijo Prince—, si ni siquiera duermen juntos.

Aprovechó la sorpresa del Alfa para entrar rápidamente. Así, permitió el pase de Agust y pudo sujetar el brazo de Gucci para llevarlo consigo.

—Ahora —ordenó—, ustedes van a hablar. No saldrán de aquí hasta que arreglen su mierda.

Y cerró la puerta, dejando a la pareja en un silencio indescifrable.

—Yo... —inició el Alfa— quería verte. Llevo buscándote desde que te dejé ir. Pensé que no volvería a encontrarte.

Su voz sonaba temblorosa, como si todas las palabras que deseaba expresar se hubiesen quedado atoradas. Sin embargo, su aroma no mentía. Estaba emocionado, feliz, temeroso, ansioso: era una bomba de emociones desbordantes.

—Me entregaste. ¿Tienes idea de lo mucho que me dolió?

—A mí también...

—¡No! —lo interrumpió— A ti no te dolió como a mí, porque tú sabías lo que iba a pasar, pero yo no. Yo no esperaba que mi destinado fuese un alto rango de la Policía Secreta, no esperaba que tan solo siguiese órdenes para entregar mi cabeza ante la justicia.

—¡Lo sé! Sé que te mentí, pero era mi trabajo. —Mordió sus labios. —Y tú... solo eras una criminal más.

—Si solo soy una villana para tu tonto jueguito de ser el héroe, ¿qué haces aquí?

—Es que te amo...

—¡No me mientas! —chilló mientras su gata montés lloraba en silencio. Ya no podía seguir ocultándose, quería expresar lo débil que se sentía.

De hecho, le dolía más de lo que nunca imaginó. Si las parejas predestinadas fuesen como antes, ya estaría muerta. Ese nivel de tristeza nadie podría soportarlo.

—¡Kitty! —exclamó Agust al notar el olor de su Omega.

Corrió hacia su lado y la protegió entre sus brazos. Esta vez no la dejaría sola. Quería seguir a su lado pese a todo. Sabía que no era correcto, pero tampoco era incorrecto, tan solo estaba siendo un poco egoísta.

—No me mientas más...

—No vine a mentirte —susurró sin soltarla—. Solo quiero estar contigo.

—¿Por qué? —sollozó.

—¿Acaso importa? —le contestó—. Para el amor no hay razones ni sentidos.

—¿Por qué debería creerte?

—Porque estoy aquí... y te voy a ayudar a librarte de todo... Te lo prometo. —Acarició su espalda. —Y no pienso romper esta promesa.

• CAZANDO A KITTY GARCÍA • Historia OriginalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora