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Una vez que Hope llegó al departamento, supo que alguien más había estado ahí. Ciertamente, a pesar de que todo lucía aparentemente igual, un pequeño doblez en la alfombra lo hizo evidente. Él siempre limpiaba a profundidad y se encargaba de proteger la información confidencial, así que nada se le pasaba por alto. Sabía que iban tras ellos.
Inmediatamente, entró a su oficina y levantó el tablón hueco que se encontraba debajo de su escritorio. Por suerte no había sido descubierto; la memoria de su laptop seguía ahí y sus documentos también.
—Tengo que avisarle al jefe —murmuró para sí mismo.
Insertó la memoria principal a la portátil para acceder a sus archivos e insertar la nueva información. Luego, envió un correo a la PS, en el que explicaba sus sospechas y las preguntas de Agust.Buenas noches, X:
Soy el informante de la misión CKG. Me comunico con usted porque tengo el 60% de la información necesaria para inculpar al objetivo. En adición, el equipo espera terminar en un par de semanas con el informe para el juzgado. Sin embargo, es pertinente que nos haga llegar los siguientes datos: el nuevo jefe de la mafia BP y si tiene alguna relación con Kitty García o con algún otro miembro de su mafia.
Gracias de antemano.
Espero su respuesta.
Hope
PD: Tengo sospechas de que alguien va tras nuestro. Cuando confirme quién es, se lo haré saber.
—Más le vale a Agust conseguir algo esta noche —dijo mientras esperaba la respuesta a su correo.
Por su parte, el Alfa mencionado no dejaba de gruñir internamente mientras bajaba las escaleras del prostíbulo. Estaba furioso; su Omega se había alejado inmediatamente después de tener sexo. Su orgullo estaba herido y no solo eso, sino también su corazón experimentaba un nuevo sentimiento. ¿Serían celos? Él no debería sentir celos. No debía permitir que esa clase de estupideces interrumpieran su trabajo.
—¡RB! ¡Little Prince! —exclamó Kitty ni bien llegó a la barra.
Lucía muy feliz, pues una bella sonrisa adornaba su rostro. Inclusive sus ojos brillaban como diamantes y un pequeño sonrojo amenazaba con salir.
Little Prince lucía igual, como si hubiese llegado para recibir un galardón. Era guapo —demasiado guapo— en especial por esa delicada curva que iluminaba su mirada, aunque esta no dejaba de ser oscura. Vestía un traje negro que combinaba con su cabello castaño —muy elegante—. Los pantalones eran rectos y el saco, largo. A simple vista era todo un príncipe.
—¡Kitty! —saludó— Llevo tiempo esperando verte. Extraño hablar con otros Omegas.
—Yo también deseaba verte —añadió una voz ronca y achocolatada.
RB era todo el estereotipo de “mafioso" de los pies a la cabeza. Portaba ropa cara negra y blanca. Tenía una mirada fría y asesina, lista para penetrar en lo más profundo de las almas ajenas. Inclusive, su cabello púrpura oscuro, peinado hacia atrás, gritaba "poder". Además, cada gesto que realizaba parecía minuciosamente calculado, como si estuviese atento a todo, sin perderse de nada.
—Excelente. —Kitty les guiñó un ojo, llamando la atención de Agust, quien no podía dejar de lado su enojo.
Hace un par de minutos, esa Omega había estado disfrutando entre sus brazos. No obstante, parecía que aquello no le importó en lo absoluto, pues no dejaba de coquetearle a ese par.
—Bueno, nosotros tenemos negocios que atender —le dijo RB a su Omega—. Puedes beber lo que quieras. Cuando termine de hablar con Kitty, nos divertiremos un poco.
—Sí, no te preocupes. Vayan.
Entonces, así de rápido como se despidieron de Little Prince, Kitty y RB se alejaron. Iban al cubo VIP bajo la mirada fulminante del Agust.
—¡Oye! —le llamó una voz dulce, sacándolo de sus vacilaciones.
—¿Sí? —contestó al darse cuenta de quién lo buscaba.
—Hola, soy Little Prince, un Omega oso polar —le dijo.
Luego, extendió su mano esperando un beso. Agust tardó en comprenderlo; sin embargo, luego le pareció obvio. Entonces, sujetó esa mano para depositar sus labios con fingida caballerosidad.
—Un gusto, soy Agust, un Alfa lobo.
—Oh, por supuesto que te conozco. Eres el que mató a Bunny. Eres famoso entre... —Se detuvo unos segundos, como si buscara qué término usar. —amm... los amigos de Kitty.—¿Les habló de mí?
—Sí. —Su mirada cambió y un adictivo aroma a helado mocca y pisco invadió el lugar. En ese momento, Agust supo que mentía. Algo se traía entre manos. —No te preocupes, solo cosas buenas.
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• CAZANDO A KITTY GARCÍA • Historia Original
AcakKitty García era la jefa de la mafia más peligrosa, la Omega más deseada y temida en todo Perú. Sin embargo, la Policía Secreta ha puesto su vista sobre ella. Agust, un Alfa de la Policía Secreta, será el encargado de cazarla, pero nunca creyó que c...