LA VOLUNTAD DE ILUVATUR

CARAS GALADON NO ES TU DESTINO

Aquella noche la compañía fue convocada de nuevo a la cámara de Celeborn y allí el señor y la dama los recibieron con palabras amables. Al fin Celeborn habló de la partida.

– Ha llegado la hora – hablo despacio – en que aquellos que desean continuar la misión tendrán que mostrarse duros de corazón y dejar este país. Aquellos que no quieren ir más adelante pueden permanecer aquí, durante un tiempo. Pero se queden o se vayan, nadie estará seguro de tener paz. Pues hemos llegado al borde del precipicio del destino – continuo – la guerra es próxima e inevitablemente llegara, y en esta ocasión los fuegos del señor oscuro se extienden con las plagas – finalizo con la vista fija en ellas

Hubo un silencio.

– Todos han resuelto seguir adelante -dijo Galadriel mirándolos a los ojos

– Lo siento, niños.... deben quedarse – Hablo Aragorn después de finalizar el almuerzo – los dejaré bajo su protección – le dice al Lord Celeborn – como se dio cuenta; no son niños ordinarios, pero tampoco sabemos con precisión, ¿Quiénes son? o ¿De dónde vienen? – argumento mirando al ojiplata, quien no dijo ni una palabra al respecto

Dragón lo miro con desdén, pero mostro un rostro inexpresivo, para su orgullo fue el mismo rostro de los menores

– No – negó Lady Galadriel con suavidad, esos niños habían cerrado completamente sus mentes, ya no puede hacerlo – su destino no es aquí – completo levantándose lista para marcharse

– ¿Cuál es? – cuestiona su esposo intrigado, esos niños no pertenecían a ninguna raza que conocieran

– Es incierto, no puedo verlo, sin embargo, no es en este sitio – habló la dama deteniéndose un momento antes de seguir

– En cuanto a mí -dijo Boromir – el camino de regreso está adelante y no atrás – murmura, aun no es hora de volver a casa, además Gondor está en buenas manos, su padre y hermano

– Es cierto – estuvo de acurdo Celeborn – ¿pero irá contigo toda la compañía hasta Minas Tirith? – cuestiono con duda, el futuro es aún incierto

– No hemos decidido aún qué curso seguiremos – respondió Aragorn evitando que Boromir los comprometa – No sé qué pensaba hacer Gandalf más allá de Lothlórien. Creo en verdad que ni siquiera él tenía un propósito claro – declaro viendo su bebida

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A la mañana

Comenzaban a embalar las pocas cosas que les quedaban, unos elfos que hablaban la lengua de la compañía vinieron a traerles regalos de comida y ropa para el viaje. La comida consistía principalmente en galletas, preparadas con una harina que estaba un poco tostada por afuera y que por dentro tenía un color de crema. Gimli tomó una de las galletas y la miró con ojos dudosos.

Los elfos abrieron luego los paquetes de ropas y las repartieron entre los miembros de la compañía. Habían preparado para cada uno y en las medidas correspondientes, una capucha y una capa, de esa tela sedosa, liviana y abrigada que tejían los Galadrim. Las capas se cerraban al cuello con un broche que parecía una hoja verde de nervaduras de plata.

– ¿son mantos mágicos? – preguntó Pippin mirándolos con asombro.

– No sé a qué te refieres – desconoció el jefe de los elfos – Son vestiduras hermosas y la tela es buena, pues ha sido tejida en este país. Son por cierto ropas élficas.... – explico tranquilo con detalle – ¡la dama os tiene en verdad en gran estima! Pues ha sido ella misma ha mirado que sean hechas – finalizo