PASO A PASO: CARRERA INTERMINABLE

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Había un acantilado sombrío a la derecha; a la izquierda se alzaban unas laderas grises, indistintas y oscuras en la noche avanzada. Siguieron así durante; el elfo dio un grito y los otros corrieron hacia él.

– Ya hemos alcanzado a algunos – su voz mostraba emoción – ¡MIRAD! – apuntó. Cinco orcos muertos yacían allí. Habían sido cruelmente acuchillados y dos no tenían cabeza

El suelo estaba empapado de sangre negruzca.

– De cualquier modo, que lo interpretes, no parece desalentador – dijo Legolas – los enemigos de los orcos tienen que ser amigos nuestros. ¿vive alguna gente en estos montes? – cuestiono a Aragorn

– No – negó Aragorn – los Rohiryn vienen aquí raramente y estamos lejos de Minas Tirith. Pudiera ser que un grupo de hombres estuviese aquí de caza por razones que no conocemos. Sin embargo, se me ocurre que no – dio una explicación razonable

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Al día siguiente

Asi comenzaba el tercer día de persecución, durante todas esas largas de nubes, sol, sin parar, ni descansar, Legolas cargaba al rubio, y se turnaban para cargar al pesado hombre entre Gimli y Aragorn, debían admitir que llevarlos con ellos es agotador

Agotados tomaron un pequeño descanso antes de continuar

̶ Pesa como un jabalí – comento Gimli dejando caer el cuerpo de Boromir, no podía dar ni un paso sin descansar un poco

̶ Lo es – bufo Aragorn, masajeando sus hombros – a este paso no los alcanzaremos pronto – chirreo irritado, sacando las lembas que fue regalo de la dama de Lorien, lembas, pan élfico

̶ ¿Qué paso? – se levantó el herido, despertó por el golpe; durmió mejor que nunca, se siente como dormir por miles de años

̶ Al fin despiertas – gruño el enano cansado, dejándose caer para seguir el ejemplo del rey legitimo

̶ ¿Cómo te encuentras? – le miro Legolas, dejando al rubio para que descanse y también comiendo pan para restablecer fuerzas

̶ Como si hubiera sido atravesado por flechas, muerto revivido, golpeado y curado – respondió divertido, recordando que fue exactamente lo ocurrido, se levantó y busco con la mirada al niño

Ya se había resignado a morir y nuevamente llega ese niño y lo salva; primero de su débil convicción y luego de la muerte

̶ Lleva durmiendo el mismo tiempo que tú – respondió Legolas evitando que el humano lo toque, abrigándolo del frio del amanecer, durmiendo a su lado

̶ El elfo actúa extraño – susurro el enano al heredero de Isildor, lo protege de forma temeraria

̶ Lo hace – responde irritado, apretando ligeramente los puños, esa actitud lo pone de pelos, lo irrita demasiado

No sabe la razón, quiere apartarlo del chiquillo, pero no hay motivo real para hacerlo más que su sentir; lógica absurda sin duda

̶ ¿Está bien? – pregunta Boromir, ignorando la actitud del elfo

LA VOLUNTAD DE ILUVATURDonde viven las historias. Descúbrelo ahora