EL ABISMO DE HELM

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Cabalgaban en plena noche, a paso más lento a medida que la oscuridad se hacía más profunda y el camino trepaba más escarpado hacia el sur, entre los imprecisos repliegues de las estribaciones montañosas

No había luna ni estrellas cuando los caballeros llegaron al foso de la empalizada. El murallón apareció de pronto ante ellos, una sombra gigantesca del otro lado de un foso negro

El muro tenía veinte pies de altura y el espesor suficiente como para que cuatro hombres caminaran de frente todo a lo largo del muro; y como entrada solo hay un puente a siete pies de altura, la fachada era lisa y las grandes piedras empalmaban unas con otras tan ajustadamente que no había en las uniones ningún posible punto de apoyo para el pie, y las de más arriba eran anfractuosas como las rocas de un acantilado tallado por el mar

– Esto me gusta más – dijo el enano pisando las piedras – el corazón siempre se me anima en las cercanías de las montañas. Hay buenas rocas aquí; esta región tiene los huesos sólidos... podía sentirlos bajo los pies cuando subíamos desde el foso – soltó un monologo – dadme un año y un centenar de los de mi raza y haré de este lugar un baluarte donde los ejércitos se estrellarán como un oleaje – la emoción lleno su corazón

– No lo dudo – dijo Legolas aliviado de haber llegado – pero tú eres un enano, y los enanos son gente extraña... a mí no me gusta este lugar y sé que no me gustará más a la luz del día. Pero tú me reconfortas, Gimli, y me alegro de tenerte cerca con tus piernas robustas y tu hacha poderosa – rio divertido el elfo hacia el enano

– Tú eres un elfo extraño – respondió tímido por el halago

– Ambos sois extraños, en un mundo donde la rivalidad eterna entre los señores enanos y los elfos, siendo vosotros amigos, es como decir que yo sea amigo del niño dorado – rio burlón Dragón

– Si, hablamos de personajes extraños, por supuesto que mi señor Dragón encabezaría la lista, sos extraños en todos los sentidos posibles, un humano con la capacidad de un mago, con la belleza de un elfo, con los gustos de un señor enano, además de ser un excelente gobernador y líder – se unió a la conversación Boromir

– Desearía que hubiera entre nosotros más de los de tu raza – rio el rubio hacia Gimli, relajándose al verse en este lugar – aunque un centenar de arqueros del bosque negro, serian de ayuda. Nos harán, harán falta – hablo con una idea en la cabeza, una sonrisa maliciosa surgió en sus labios

– Los Rohiryn tienen buenos arqueros a su manera, pero hay muy pocos aquí, demasiado pocos, además de que ninguno cuyo talento sea cercano siquiera a de los arqueros, que son los elfos – comento Boromir

También seria de ayuda que estuviese Aragorn, pero no es un tema del que deba habar al menos, hasta estar con el rey, no ahora

– Está muy oscuro para hablar de estas cosas – dijo Gimli, ciertamente sería una algarabía calmadora, si sus primos estuviesen aquí, no los ha visto desde hace algunos años – en realidad, es hora de dormir. ¡dormir! Nunca un enano tuvo tantas ganas de dormir. Cabalgar es faena pesada – dijo riendo nervioso, no es alentador sus palabras

– ¿mi señor enano, teme a los orcos a las sombras de la noche? – pregunto Dragón riendo divertido

– Sin embargo, el hacha no se está quieta en mi mano – respondió el ofendido enano – ¡dadme una hilera de cabezas de orcos y espacio suficiente para blandir el hacha y todo mi cansancio desaparecerá! – levanto la voz haciendo reír al resto

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LA VOLUNTAD DE ILUVATURDonde viven las historias. Descúbrelo ahora