LA LUZ DE LA OSCURIDAD

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La plática se entendió por algunos minutos, en los que Gandalf, el Rey los elfos y los jinetes regresaron, no hay rastro del enemigo, solo agua cubriendo todo, lo cual es increíble, pues no hay necesidad de lucha

Los Hobbits encabezaron la marcha, pasaron bajo la arcada y llegaron a una puerta ancha que se abría a la izquierda, en lo alto de una escalera. La puerta daba a una sala espaciosa, con otras puertas más pequeñas en el fondo y un hogar y una chimenea en un costado. La cámara había sido tallada en la roca viva; y en otros tiempos debió de ser oscura, pues todas las ventanas miraban al túnel. Pero la luz entraba ahora por el techo roto. En el hogar ardía un fuego de leña.

– ¡He encendido un pequeño fuego! – dijo Pippin entusiasmado, ¡derrotaron al mago blanco maligno Saruman! Desde luego eso merece festejo – Un fuego es siempre agradable. Tostaré el pan, aunque ya tiene tres o cuatro días, me temo – miro a sus invitados

– Disfruten de todo esto y tomen un descansó, Iremos a arreglar algunos asuntos con Bárbol y Saruman – hablo el viejo mago, Gandalf – ¿Quiénes desean acompañarnos? – miro a los presentes y descubrió que faltaba alguien, ¡Dragón no estaba!

Dio la vuelta en dirección a las escaleras hacia la cima, siendo acompañado por Eowin, Eomer, Glorfindel, y Théoden. Es justo que sus huestes descansen y recuperen energías perdidas en batalla

Aragorn y sus compañeros se sentaron a uno de los extremos de la larga mesa

– La despensa está allá adentro y muy por encima del nivel de la inundación, felizmente – señalo Pippin. Cuando volvieron cargados de platos, tazas, fuentones, cuchillos y alimentos variados.

– y no tendrás motivos para torcer la cara, mi señor enano – Dijo Merry – Esta no es comida de orcos, son alimentos humanos, como los llama Bárbol. ¿queréis vino o cerveza? Hay un barril allí dentro... ¡Bastante bueno! – señaló con el Brazo, y los jinetes fueron por ellos

– Y esto es cerdo salado de primera calidad. También puedo cortaros algunas lonjas de tocino y asarlas, si preferís – dijo el otro mostrando carne. Los hombres se apresuraron a azar la carne

– Nada verde, lo lamento, ¡las entregas se interrumpieron hace varios días! No puedo serviros un segundo plato excepto mantequilla y miel para el pan. ¿estáis conformes? – preguntó hacia los elfos, quienes asintieron conformes, es lo menos que se puede esperar en medio de la batalla

Muy pronto, estuvieron dedicados a comer; y los dos Hobbits se sentaron a comer por segunda vez, sin ninguna vergüenza. Aragorn sonreía, aunque fuera una lástima que Legolas prefiera quedarse en un rincón cuidando de Dragón

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Subieron los escalones espirales al ritmo del mayor, de Gandalf

– El niño nos brindó una victoria, como no se ha dado en muchos años, ¡esto será cantado por los hijos de nuestros hijos! ¡espero ser por siempre! – murmuro la única Dama, Eowin, avanzando despacio, sin perder de vista las antorchas que cubren los muros

– Muy a mi pesar, es un hombre de honor – rió el Rey de Rohan – desde el principio Dragón demostró dotes de liderazgo dignos de Rey, dude de su capacidad al ser un niño foráneo, y por ello no fui participe de sus planes, aunque al final no me quedo otra que seguirlo... al no tener ninguna acción prevista, y me alegro de haber dejado el orgullo de lado, pues muchas vidas han sido salvadas – resumió inflando el pecho con orgullo

LA VOLUNTAD DE ILUVATURDonde viven las historias. Descúbrelo ahora