DESOLACION EN EL CORAZON

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Otra noche llego finalmente y los orcos decidieron, que no seguirían a este ritmo, sin importar que su amo sea Saruman o Sauron, pero ello lo necesitaban, mas solo debía haber un valiente

̶ No vamos a seguir corriendo hasta que hayamos descansado y comido – se quejó uno finalmente deteniéndose, siendo seguido por el resto esto por lo que han esperado desde que partieron con los botines

Han estado corriendo sin detenerse ni un solo minuto desde hace días y faltaba aun la tercera parte para legar a su destino

̶ Está bien – acepto el Urokai líder, él también estaba cansado – hagan fogatas – ordeno y la horda obedeció

̶ Mañana partiremos al norte, hacia Mordor, siendo nuestro señor Sauron, no un mago mediocre Saruman – dijo el otro líder

̶ Deberían acompañarnos hasta Isengar, según mi información, el señor Saruman tiene una pista del anillo único – revelo viendo en dirección de su destino, que brilla en rojo por las brasas y llamas que se consumen allí

̶ No deberías hablar tan a la ligera – advirtió Lord Orco, con su espada en el cuello el Urokai, un orco nacido de elfos y enanos, nada que ver con ellos; orcos hasta el alma

̶ Tiene algo que ver con ellos – señalo a los de menor tamaño – es que alguno lo posee o sabe de sus conjeturas, sería un honor servir al señor oscuro, el señor Sauron

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̶ Fue un grave error venir aquí – hablo Merry en un suave susurro a su primo al ser lanzados a un rincón sin consideración alguna

Scorpius tembló de terror, ¿Dónde estaba? ¿Dónde iban? ¿Qué planeaban hacer con ellos? ¿Dónde estaba Albus? ¿Dónde estaba su padre? ¿estaban bien? ¿su padre vendría por él? Si estaba vivo vendría, estaba seguro

Escucharon un susurro, casi como un gruñido viniendo del bosque a un lado de ellos, parecían ¿voces?

̶ Queremos comer – reclamo un orco harto de comer solo esa basura de pan, ¡qué asco!

̶ Sí, porque no nos alimentan – otro dirigió su mirada al trio de no orcos, carne fresca al fin

̶ Aquí están ellos – silbo otro acercándose al aterrorizado rubio que estaba paralizado por el miedo

̶ Ellos no son golosinas – gruño, advirtió el líder; ellos son el del señor Saruman al señor oscuro Sauron

̶ No necesitan piernas – refuto con la boca haciéndose agua, se ven exquisitos y sobre todo el flaco

El orco que se revelo murió a manos de su líder, no acepta que lo contradigan y menos desafíen las ordenes de su creador

̶ La carne volvió muchachos – rugió el líder y todos se abalanzaron a devorar al cadáver de su compañero

̶ Ahora – Pipin comenzó a arrastrarse lejos de esas horrendas criaturas

Su primo no lo dudo un segundo y lo siguió arrastrando consigo al shockeado niño

Apenas comenzaban a alejarse cuando fueron detenidos por un orco, quien no los perdió de vista ni por un segundo

̶ Grita todo lo que quieras, pero nadie te oirá – saco su espada, él no quería carne orco, es asqueroso; quiere carne fresca

̶ Déjalos ir – pidió el rubio saliendo de su shock, no puede soportar verlos morir

Había ocasiones como esta en las que no entiende, ¿Cómo quedo en la casa de las serpientes? Su voz temblaba, pero no se arrepentía por lo que dijo

LA VOLUNTAD DE ILUVATURDonde viven las historias. Descúbrelo ahora