LA VOLUNTAD DE ILUVATUR

PROMESA BAJO LA SOMBRA MÁS PROFUNDA DEL NORTE

– ¡No habrá piedad para ti! – advirtió Thranduil bastante enojado por tal trato, después de todo aún es el rey. No estaba enojado con el niño, sino la situación – soy el rey elfo que gobierna estas tierras, soy de los pocos sobrevivientes de Doriath – le recordó en aviso de que no permitirá que sea grosero

– Tks – el pequeño mago chasqueo la lengua, ¡como si algo de eso le importara! – ¿Podrás contra esos asquerosos orcos? Esas alimañas son bastante persistentes, justo como las cucarachas O ¿Necesitas ayuda? – preguntó ya serio, con un ligero toque de burla

– ¡Dragón! – nombro Legolas agradecido con el rubio, por despejar su corazón dudoso – ¡iré a detener esta hueste! Es cierto que los hombres requieren ayuda, con el ataque del sur sobre ellos, mas no soy capaz de abandonar a mi gente – murmuró sintiendo un punzón de culpa por su egoísta pensamiento

Dragón miro el objeto, ¿En que estaba metido? Es realmente frustrante no saberlo, ¿Por qué un objeto maldito como ese se halla en sus manos? ¿Por qué la oscuridad le da la bienvenida? Aun esto último no es cierto, pues también ha sentido la luz en el anillo y es lo que más lo desconcierta

Alzó la mirada hacia Legolas, quien espera expectante su respuesta. Thranduil frunce el ceño, su hijo no espera por su respuesta o palabras, tan solo de ese niño. Y es entonces cuando la pregunta inevitable llega, ¿Por qué? ¿Quién podría ser? Un mayar es siempre envuelto en el cuerpo de un viejo, entonces, ¿Cuál es la diferencia esta vez?

– Será de gran ayuda que mi señor Legolas se quede a luchar con nosotros en la defensa – dijo la capitana marchándose apresuradamente

Dragón fijo su vista en la puerta, por donde se fue la pelirroja, ¡estúpida! Su pensamiento volvió, ¿Cuál es su relación con el señor oscuro? ¿Qué tiene que ver con otro señor oscuro? Esa pregunta viene rondando desde su pequeña charla con el jinete caído

– ¡Legolas! – nombró el rey, ignorando ese raro ambiente. No hay tiempo para las cuestiones, luego de acabar con el enemigo podrán hablar y descubrir las mañas del niño – ¡lidera la primera tropa! – ordenó dando pasos apresurados hacia la salida

– ¿Dragón? – Legolas llamo al menor, preocupado por su mutismo. ¿Qué debería hacer si Dragón se niega? Solo pudo apretar su puño, mirando la espalda de su padre

Dragón miró a los ojos a Legolas, quien se veía decaído, aun asi mostraba señoría. Sonrió, ¿Qué importaba si por sus decisiones el mundo caía? Incluso si llegó aquí con un destino distinto, ahora mismo solo quiere hacer algo. Miró a la distancia, la colosal y aterradora criatura durmiendo en la lejanía, y en su lomo duerme su hijo

¡Debía recuperar a Albus! Fijó sus ojos en el ansioso rostro de Legolas

¡Es un puto Slytherin! Primero él, luego él, después sus seres queridos, luego sus deseos y por ultimo sus caprichos

– ¡Vamos! – Dragón lo tomó de la solapa, para plantarle un beso hambriento y necesitado, Legolas apenas pudo responder cunado Draco le dio final, avanzando hacia el ventanal con vista al norte – agrupa y comanda a la legión entregada por tu padre, deja atrás a los estorbos y dirígete pronto a mi encuentro. El ejército dirigido por tu padre tiene que llegar después – añadió maquinado cada movimiento. Podría acostumbrarse a esos besos

El príncipe puede sentir sus energías renovadas, apresó al menor en un fortísimo abrazo, ocultando su rostro en el cuello del menor, lleno de euforia; ¡no es su deseo dejarlo ir solo! Quien piense que es porque duda de las habilidades de Dragón, claramente esta errado. Simplemente quiere vivir cada instante al lado de Dragón