SENDERO DE ANSIEDAD

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En la jornada del tercer día de huida hacia el abismo de Helm, el aire parecía más pesado aún por el aire frio proveniente de las montañas del norte; siendo pasado el mediodía, las nubes oscuras los alcanzaron, cubriéndolos de bruma oscura, con ello avivando el miedo en los corazones

Todavía quedaba bastante para llegar a su destino

Aragorn iban a un lado de la dama de Rohan, quien charlaba entretenido con Gimli, acerca de las mujeres enano; sonrió, pero su vista sigue fija en los rubios, quienes van en completo silencio a unos metros delante de ellos

̶ Eomer – nombro el rubio, ¿qué ese no era el nombre de aquel hombre que quemo a los orcos?

̶ Es el líder de los jinetes de la marca, asi como el tercer mariscal, imagino que será el heredero al trono considerando que Théodred, hijo de Théoden, rey de la marca de Rohan falleció – respondió, recordando que el jinete conocía al menor – un guerrero formidable sin duda – acoto

̶ Ese patán me amenazó – rio bajo, es aburrido

En este punto no puede retractarse, su única salida es pelear y sobrevivir a esta maldita guerra, tampoco ha podido tener una conversación digna con el anciano, este no cruza palabra con su persona, desde la muerte de la alimaña

Dirigió su vista al rey, más en su rostro no encontró un monarca, sino un hombre abatido, cansado y con el peso de miles de vidas, suspiro, ¿qué hacer?

̶ Este hombre vendrá si es llamado – comento el rubio sin mucho afán, apretando su pecho

̶ Vendrá sin duda, según trancos, es un hombre leal a su nación y al saber del peligro que corre su pueblo, asi como el hecho que su señor recupero la cordura, seguro apresura a sus jinetes para venir en auxilio – explico el elfo con ligero desanimo, por el distanciamiento del heredero de Elendil

Aragorn lo ha estado evitando, apenas cruza un par de palabras con él, es molesto no saber sus motivos, prefería un buen golpe y continuar con esa amistad que crearon ambos desde hace cincuenta años humanos, es su primer gran amigo

̶ Entonces, espero haber hecho lo correcto – susurro apoyando su espalda en el pecho del rubio, cabalgaban juntos y esta vez iba delante, nunca lo diría, pero temía montar solo

̶ Seguramente – asintió curioso – esa es la entrada – señalo al fondo, maravillado

Dragón siguió con la vista donde los finos dedos apuntaban, sus ojos brillaron de emoción, abrió la boca ligeramente, estaban allí en la quebrada, ante la entrada del abismo de Helm, el risco más septentrional se prolongaba en un espolón de roca. Se alzaban unos muros de piedra altos, que circundaban una solitaria torre.

̶ Se dice que en los lejanos días de gloria de Gondor, los reyes del mar habían edificado aquella fortaleza con la ayuda de gigantes – comento Boromir posicionándose a un lado

Los caballeros estaban todavía en la hondonada a la entrada del valle del bosque, cuando Dragon tuvo un ligero mareo, un mal presentimiento

̶ ¡¡BOROMIR!! – llamo sintiendo un sudor frio pasar por su espalda; esto es malo, maldición, Aragorn lo ignorara – ¡TODOS DETENEOS! – grito aturdido de esta asfixiante sensación

̶ ¿Qué ocurre? – cuestiono el señor de Gondor, alarmado por el estremecimiento repentino del pequeño rubio; agradece infinitamente que este montado junto con el elfo, sino pudo caerse

̶ Una emboscada – respondió recuperando la compostura

La sensación es más fuerte, pero él es el príncipe de los Slytherin, algo tan diminuto como esto no lo detendrá

LA VOLUNTAD DE ILUVATURDonde viven las historias. Descúbrelo ahora