LA VOLUNTAD DE ILUVATUR

VOLUNTAD DE LOS VALAR

– ¿Cómo está el Hobbit Pippin? – preguntó Aragorn con notable preocupación

Dejaron al mago a cargo y optaron por esperar en el salón, desayunando, pues hace un rato que el sol salió e inunda con luz y calor

– Creo que dentro de poco todo habrá pasado – respondió Gandalf dejando salir un suspiro pesado – No lo retuvieron mucho tiempo y los Hobbits tienen una capacidad de recuperación extraordinaria. El recuerdo, o al menos el horror de las visiones, habrá desaparecido muy pronto. Demasiado pronto, quizá – explico con cansancio

– ¿Qué es esa cosa? – cuestiono Boromir, dejo la varita en manos de su dueño, y con el elfo custodiando sus sueños; dejo la habitación

– ¿Quieres tú, Aragorn, llevar la piedra de Orthanc y custodiarla? Es una carga peligrosa – cuestionó el mago blanco agotado, pasando de la cuestión de Boromir

– Peligrosa es en verdad, mas no para todos – dijo Aragorn – Porque este es sin duda el Palantir de Orthanc del tesoro de Elendil, traído aquí por los reyes de Gondor – reconoció la esfera negra, como propio

– Se aproxima tu hora. deberías llevarla – hablo Boromir viendo el objeto, sin molestarse por ser ignorado

Después renacer, revivir de la mano de Dragón y todos los eventos venideros. Tuvo tiempo para reflexionar una gran variedad de hechos a las que antes no le dio ninguna importancia. Entre ellas el retorno del Rey, ¡es un hecho inevitable! Y no tiene sentido alguno aferrarse a un trono del que es solo un guardián, aunque está claro que no permitirá que Aragorn haga lo que se le dé la gana

¡Siempre protegerá Gondor! ¡Siempre será su guardián!

Gandalf miró a Aragorn y luego, ante el asombro de todos, levantó la piedra envuelta en la capa y con una reverencia la puso en las manos de Aragorn.

– ¡Recíbela, mi señor! – dijo el mago blanco, sintiendo orgullo por el hijo de Denethor – en prenda de otras cosas que te serán restituidas. Pero si me Permites aconsejarte en el uso de lo que es tuyo – declaro con gran alivio – ¡NO LA UTILICES... POR EL MOMENTO! ¡TEN CUIDADO! – aconsejo

– ¿He sido alguna vez precipitado o imprudente, yo que he esperado y me he preparado durante tantos años? – cuestionó Aragorn con diversión

– ¡Nunca hasta ahora! No tropieces al final del camino – respondió Gandalf orgulloso de este futuro monarca

– ¿Estás seguro de ello? – cuestiono Boromir riendo con los brazos Cruzados

Quizás no lo sea en momentos usuales, pero cuando se trata de Dragón...

¡Aragorn pierde el sentido común! Pero ¿Por qué?

– De todos Modos, guárdala en secreto. ¡tú y todos los aquí presentes! El acceso maligno podría repetirse – suspiró Gandalf con pesar

– Por fin hemos descubierto cómo se comunicaban Isengar y Mordor. Muchos misterios quedan aclarados – acepto el heredero de Isildor

– ¡EXTRAÑOS PODERES TIENEN NUESTROS ENEMIGOS Y EXTRAÑAS DEBILIDADES! – murmuro Théoden en voz alta riendo falsamente; reflexionando el próximo movimiento

– Me preguntaba sino tendría que estudiar yo mismo la esfera y averiguar para qué la utilizaban. De haberlo hecho, le habría revelado a él mi presencia – asintió Gandalf con la mirada baja – No estoy preparado para una prueba semejante y no sé si lo estaré alguna vez – añadió con pesadez descansando la idea

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